Fallin y Laios Pines, hijos de Stanford Pines y el ser dimencional Bill Cipher, productos de un experimento, y criados por su tio Stanley y su tio Will Cipher, tendran que aprender a convivir con sus dos padres despues de treinta años sin verlos y a...
Will Cipher, uno de los trillizos Cipher, nació junto a sus hermanos Kill y Bill en una dimensión donde eran diferentes a todos los demás. A diferencia de los habitantes de su realidad, quienes poseían múltiples ojos, los trillizos nacieron con uno solo, lo que los convirtió en los "raritos" y "fenómenos" de su mundo. A pesar de las burlas y la exclusión, los tres hermanos siempre se mantuvieron unidos, formando un lazo irrompible. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado el día en que ocurrió la tragedia que los marcaría para siempre: la destrucción de su realidad.
El colapso de su dimensión fue el resultado de sus poderes inestables, poderes que ninguno de ellos había aprendido a controlar. La catástrofe dejó cicatrices profundas en los trillizos, y lo que una vez fue un vínculo inquebrantable se desmoronó bajo el peso del desastre. Cada uno tomó un camino distinto, alejándose más y más de lo que alguna vez los unió.
Cuando Bill y Ford tomaron caminos distintos—Bill desapareciendo y Ford cayendo en una dimensión desconocida—Stanley se encontró con una responsabilidad abrumadora: hacerse cargo de la hipoteca de la casa de su hermano y, sobre todo, cuidar de sus pequeños sobrinos, Fallin y Laios, quienes en ese tiempo tenían apenas 5 años y tres meses. Stanley, sin experiencia previa en el cuidado de niños, se sintió perdido. Buscando desesperadamente alguna forma de resolver la situación, comenzó a revisar documentos y archivos de su hermano Ford, esperando encontrar alguna pista que lo ayudara.
Fue entonces cuando descubrió una forma de contactar a su cuñado, Bill Cipher. Sin embargo, algo salió mal en el proceso, y en lugar de invocar a Bill, terminó llamando a Will, el hermano de Bill y Kill. Will, a diferencia de sus hermanos, era un ser dimensional con una personalidad más sensible y empática. Mientras Bill anhelaba el poder y la destrucción, y Kill buscaba el caos y la diversión a través de la destrucción de realidades, Will siempre había deseado protegerlas. Él era un guardián de realidades, más pacífico y menos inclinado al caos que sus hermanos.
Cuando Will fue convocado a una dimensión completamente nueva para él, se sorprendió al encontrarse frente a Stanley y a los pequeños Fallin y Laios. Al comprender la situación tras escuchar la explicación de Stanley, Will se dio cuenta de que los niños eran sus sobrinos. A pesar de estar fuera de su zona de confort, sintió una responsabilidad inmediata hacia ellos. Decidió quedarse en Gravity Falls y ayudar a Stanley a criarlos, convirtiéndose en una figura protectora y cariñosa en la vida de los pequeños.
Sin embargo, después de que Fallin y Laios crecieron, cumplieron 30 años y se mudaron a Minnesota para vivir sus propias vidas, Will sintió que su trabajo en Gravity Falls había terminado. Una noche, se despidió en silencio, dejando la casa sin decir una palabra a Stanley. Durante cinco años, estuvo ausente, explorando y protegiendo otras realidades, pero ahora, después de todo ese tiempo, Will estaba de vuelta, con la intención de retomar su papel en la vida de su familia.
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"Tío Will!" gritaron Laios y Fallin con alegría, corriendo hacia él y abrazando a su tío favorito. El regreso de Will había sido una sorpresa inesperada, pero una que llenaba sus corazones de alegría.
