Capítulo 10

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• Meses después •

—No pensé sentirme tan cansada.

—Él va a comprender— acarició su espalda—. Duerme, yo iré con él.

—Gracias, amor— se removió en la cama—. Me quedaré durmiendo con Darcie, creo que ella también se cansó.

Después de una mañana agotadora de revisión con el pediatra, Samantha había llegado exhausta junto con Darcie, y contando las veces que tuvo que despertarse en ma madrugada para atenderla, aunque Félix era de mucha ayuda, en cada llanto era inevitable no escucharla.

—Dile que puede quedarse jugando más tiempo, se lo merece— se despidió con un corto beso en los labios.

—Yo me quedaré con él.

—Sí... era de esperarse— soltó una pequeña risa.

Aquella tarde, Davin pasó un rato agradable con su papá, quién ya le había dado permiso de jugar FIFA con él, después de haberlo querido desde hace mucho tiempo, notándose los mismos gestos que Félix cuando perdían. Más tarde, Samantha bajó junto con Darcie para darle de cenar, encontrándose con ambos en la sala.

—Davin, ven— se colocó a un costado del pilar—. Necesito que me ayudes con algo.

Davin aprovechó el momento, dejando a Félix en el sofá para ir junto con su mamá a la cocina, dejando a la bebé de siete meses en una sillita especial para comer.

—Mamá, te extrañé— la rodeó con sus brazos, atrayéndola a él, mientras escondía su rostro en la sudadera—. ¿Por qué no bajaste?

—Yo también te extrañé— devolvió el abrazo con el mismo cariño—. Llevé a tu hermana al doctor en la mañana, llegué muy cansada y no pude jugar, pero te prometo hacerlo mañana si quieres.

Una sola cosa llamó su atención.

—¿Al doctor?— se alejó un poco—. ¿Está enferma?

Samy negó con tranquilidad—. No, no, está bien. Solo fue un chequeo, tu hermanita está muy sana.

Davin volteó a mirarla de manera extrañada, inmediatamente la menor le dedicó una sonrisa mientras extendía sus pequeños bracitos hacía él, esperando que se acercara a ella. Una mueca adornó al rostro del menor, mirando de reojo a su mamá, quién ya se encontraba concentrada en el refrigerador, sacando algunas cosas. Incómodo, se acercó a la silla, para verificar que era lo que quería.

—¿Qué?— preguntó en voz baja, de manera seria.

La pequeña sonrió mucho más cuando éste le habló, agitando sus manos para intentar alcanzarlo.

—No— se alejó con disgusto—. Yo no te quiero— le susurró.

—Davin, ayúdame a lavar esto— dejó unas cuantas frutas en la mesa—. Por favor.

—Voy— se alejó de Darcie.

La hora de dormir se había acercado, y la desesperación por llamar la atención de sus padres también lo había sido para Davin, quien se encontraba en la puerta de su habitación, llamándolos con su mano.

—Ya vamos, espera— dijo Samy, ingresando con la bebé en brazos para recostarla en la cama.

En acto seguido, la pareja se acercó a la habitación de su hijo, agrandando la sonrisa de el menor de inmediato, quien rápidamente se colocó en la cama para esperar por ellos. Así era como deseaba estar, solamente ellos tres, sin su hermana menor. No entendía en lo absoluto el cariño enorme que los dos le demostraban a Darcie, tampoco sabía que les causaba tanta ternura. Noches consecutivas había llorado por la nueva atención que tanto Félix y Samantha le daban a su hermana, sintiéndose de lado, aunque, en realidad, nunca lo hicieron de lado.

Cinnamon Girl  ⸻  ❝Riverducción❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora