Hacían años en los que Clarke no sentía tanta paz, ya llevaba un par de días en los que compartía junto a su padre, sus amigos y junto a Lexa. Despertar con esta todas las mañanas era un bálsamo de energía que la rubia requería tanto como el aire mismo. Sin duda el volver a tener a la castaña en su vida no hacía más que renovar sus fuerzas y deseos por al fin encontrar la felicidad que tanto le había sido negada.
Pero claro, también había momentos grises; algunas pesadillas no dejaban de atormentar su mente, recreando escenarios en los que el dolor y la perdida eran protagonistas. Era ahí cuando a mitad de la fría noche los sollozos y gritos de dolor asomaban con empañar su nueva tranquilidad, pero Lexa quien se encontraba a su lado, siempre lograba calmarla y le demostrarle que todo no era más que un mal sueño.
—No tengas miedo -le susurro mientras acariciaba su cabello- todo estará bien Clarke
—Lexa...-sollozó su nombre, abrazándose más a ella, mientras lagrimas aun caían por su rostro- se sentía tan real...
—Solo son malos sueños Clarke -intento calmarla-
—No -la cortó y levanto la vista para encontrar sus ojos- fue un recuerdo... de aquel día...
—Clarke...
—Desde el día que te perdí, yo... sentí un vacío que nada podía llenar. Aprendí a vivir con el dolor y continúe tratando de sobrevivir por Madi...pero luego la perdí a ella también... sin ustedes dos yo...
Lexa la miró con una mezcla de ternura y dolor. —Lo siento, Clarke. Perdón por todo el tiempo que no estuve y por todo lo que viviste después. Pero estoy aquí ahora. Y no pienso volver a dejarte.
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Ya habían transcurrido un par de semanas, el campamento estaba cada vez mejor y las pesadillas de la rubia ya habían desaparecido casi en su totalidad, nuevamente volvía a sentir aquella sensación de felicidad ante la vida, solo al saber que Lexa estaba en ella.
De apoco había ido recuperando aquel sentimiento de complicidad con sus amigos antes perdidos y las interacciones que se generaban entre estos y la ex comandante no hacían más que alegrarle el corazón; dado que, si bien la mayoría ya conocía a Heda, solo ella (y Costia), sabían realmente como era aquella mujer bajo la pintura de guerra y la armadura. Por lo que cada intercambio entre estos y la castaña era como conocerse desde cero.
—¿Sabes de que tengo ganas? -le pregunto Wells-
—¿De qué?
—De que volvamos a dibujar -señalo riendo- ¿recuerdas Clarke? ... esas tardes enteras dibujando y soñando con cosas que ni siquiera sabíamos si eran reales...
—Lo recuerdo Wells- respondió sonriendo- éramos unos niños...realmente parece otra vida...
—¿Haz vuelto a dibujar? -indago-
—Si... los dibujos son la única manera que tengo para asegurarme de que ningún rostro se me olvide...
—¿Me dibujaste? Ya sabes... cuando...
—Lo hice, dibujo a cada persona importante para mí...
—Entonces imagino que también dibujaste a Lexa -curioseo alzando una ceja-
—Ella -dijo sonrojándose un poco- ella ocupa la gran mayoría de mis dibujos...
—Wou, realmente es ella ¿verdad?
—Lo es -respondió segura la rubia, sabiendo claramente que preguntaba su amigo.
—No me sorprende la verdad... en un inicio si, antes de conocerla... pero ahora he visto como se miran y he podido conocerla un poco... sin duda tiene sentido
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Maybe Someday - Clexa
RomanceLa ultima guerra ha terminado, algunos han trascendido, otros no lo lograron. Nuestra protagonista al fin puede descansar, ¿logrará ser feliz a pesar de todas las perdidas que ha sufrido? ¿Cómo es la vida de Clarke Griffin luego de que todo llegara...