Camilo:
Ariel convulsiono antes de que llegásemos al hospital y gracias a dios estábamos cerca, pues si hubiésemos llegado 2 minutos mas tarde no la hubiesen podido reanimar.
Veía como se la llevaban corriendo en la camilla, como un medico le hacía el RSP, mientras las enfermeras sacaban aquel carro de parada para poco tardar en reanimarla con las planchas.
Una vez, dos veces y a la tercera aquella máquina de pulsaciones comenzó a sonar, las gráficas cambiaron y mi mejor amiga revivió.
No recuerdo haber tenido más miedo nunca que en ese momento, sentía que me moría con ella, que la vida se me iba si ella no estaba, me pasaron mil imágenes de nosotros por la cabeza, de esos buenos momentos y sobre todo ese remordimiento, de haberme alejado de ella por los celos de Mai.
Lloraba en la sala de espera sin respuestas, Bauti tan solo estaba sentado a mi lado y todos los rezos que me sabía pasaron por mi mente, rogándole a dios que aquella chica se pusiera bien.
Para al escuchar la voz de Bruno levantar la cabeza mirar a aquel chico desesperado.-Que paso? -pregunto-
-Camilo, hijo donde esta Ariel -hablo está vez la mamá de la chica llegando también al lugar-
-Le subió mucho la fiebre y en el carro convulsionó -informe aún llorando, mientras miraba a Bruno y luego a su mamá- la reanimaron, estan intentando estabilizar la fiebre
-Donde está? -pregunto Bruno-
-no nos dejan entrar -informe-
Poco tarde en sentir el abrazo de la mamá de Ariel y no poder evitar romper aún más en llanto, junto a la mujer que con miedo de perder a su hija menor, me abrazaba intentando tranquilizarme.
-No puedo vivir si ella -hable entre llanto- me moriría
-va a estar bien, si? -hablo la mamá para acariciar mi espalda- vamos a rezar por ella
Tarngue saliva y asentí, para así sentarme de nuevo y allí quedar un par de horas más, todos justos, en silencio mientras rezabamos por Ariel.
Bruno no podía sentarse, no paraba de dar vueltas de un lado al otro de la sala de espera, iba a la maquina de café, agarraba uno, le daba un sorbo y lo tiraba a la papelera, aquello hizo 3 veces mínimo, para que porfin después de bastante tiempo alli saliese una enfermera.
-Familiares de la señorita Ariel Hidalgo
-Si, nosotros -hablamos Bruno y yo al unisono-
En un jesto nos hacer amos rápido a la enfermera, con desesperación de saber cómo estaba la chica, para que así esta hablase tranquila.
-Ariel está bien -informo-
Haciendo así que susupirara con tranquilidad, estaba bien y aquello era lo único que importaba ahora.
-pero se quedará hasta mañana en observación, por si vuelve a subir la fiebre
-me puedo quedar con ella? -pregunto Bruno rápido-
-Como es menor de edad solo se puede quedar una persona, obviamente mayor de edad
-me quedare yo -hablo Bruno mirando a su madre-