Fue la mejor noche de mi vida... y mañana también. Al menos hasta que dieron las 9. Mi cuerpo se había enamorado de él, pero mi carácter... mi corazón, lo había empezado a odiar esa mañana.—Me amas, no mientas.
Los rayos de sol entraban por la ventana de la habitación, calentando las pieles expuestas de ambos jóvenes. Juliet estaba acostumbrada a despertarse con esa sensación, por lo que al sentir la luz en su piel, se removió para levantarse. Pero un grueso brazo la detenía, tardó unos segundos en darse cuenta de lo que estaba pasando, trató de eliminar cualquier rastro de sueño que existiera en su rostro.
—Por favor cierra tus malditas cortinas —murmuró el pelirrojo entre sueños, tratando de esconder su rostro de la luz.
—Que gruñón —se levantó para cerrarlas, quizá si era demasiada luz para la mañana de un sábado. Cuando llegó a su ventana, pudo ver su reflejo en el espejo, estaba desnuda. Por un segundo había olvidado ese pequeño detalle, por lo que trató de taparse con las cortinas para que el pelirrojo no pudiera verla.
—No seas tonta, no es nada que no haya visto ya.
—Igual...
—Linda, vuelve a la cama —frotó sus ojos y se estiró tanto como pudo para relajar sus músculos. Ella siguió su orden, habiendo cerrado antes las cortinas, no tener vecinos no significaba que pudiera andar desnuda por ahí. Se tiró a su lado, siendo abrazada al instante por este—. Luces mejor así.
—¿Desnuda?
—No, con la luz oscura —se burló, ganándose un zape de la rubia, quien luego lo acompañó entre risas. Risas que se convirtieron en besos, besos en caricias y... ya saben el resto. Pasó sus manos por las caderas de la rubia y las apretó para poder acercarla a él.
Tardaron casi una hora en terminar de saciar su pasión. Axl quedó enamorado de la cama de rubia, por lo que le pidió que lo dejara dormir y recuperarse. Se aseguró de que no entrara ningún rayo de luz y lo dejó solo en la habitación, confiaba en que no iba a robarse nada, al menos así lo esperaba. Tomó la camisa del pelirrojo y se la puso como nueva pijama, sería más cómodo andar por la casa así.