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Pensé que no volvería a verla, incluso pensé que habría olvidado todo de ella para ese entonces... pero cuando vi esos ojos azules nuevamente a lo lejos, supe que recordaba absolutamente todo.
—¿Ves que sí puedes ser tierno cuando quieres?
Había pasado poco más de un año desde la última vez que Axl Rose vio a Juliet. Tal como le dijo, él volvió a su rutina como si nada hubiera pasado. Cada vez ganaba más público para sus presentaciones, lo que significaba más dinero para la banda. Además, más seguidoras, con las que estaba encantado de pasar las noches y huir por las mañanas.
—Este lugar es aburrido —el pelirrojo no aguantaba el aburrimiento, se encontraban en un restaurante junto con una cita que había conseguido el guitarrista—. Cuando dijiste si quería divertirme con dos morenas, no tenía esto en mente.
—Deja de pensar con el pito, te lo ruego —giró los ojos con molestia—. Disfrutemos de la cena.
—Hay más cosas que podría estar disfrutando-
Había olvidado lo que quería decir, su discusión quedó en segundo plano cuando a unas mesas lejos de él pudo ver una cabellera rubia muy conocida. Y cuando la vio a los ojos, cuando vi la forma en la que estos brillaban más cuando ella sonreía, supo que se trataba de Jul.
—Mira quien está ahí —jaloneó el brazo del moreno y ocultó su rostro con la carta.
—Arrugas mi ropa, suéltame —se soltó de golpe, mientras pasaba su mano para alisar la zona.
—Es Jul
—¿Quién?
—¡Jul!
—¿Quién mierda es Jul? —lo miró confundido.
—Es la... ¿te acuerdas cuando...? —supo que dijera lo que dijera, su amigo no la recordaría como él lo hacía—. Olvídalo.
El resto de la velada el pelirrojo ignoró a la cita que le había planeado su amigo y se dedicó a observar a lo lejos todo lo que pasaba en la mesa de la rubia. Por momento le dirigía una mirada a su cita, quien ya había decidido que el chico era un idiota por estarla ignorando, pero esta solo le prestaba atención a su plato de comida.
