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Año siguiente a la guerra. Hermione volvía a Hogwarts, aunque este año no tendría la compañía de sus buenos amigos Ron Weasley y Harry Potter, ambos habían decidido empezar a entrenarse como aurores. Pocos alumnos más volvían a las clases. Lo que ella no sabía es que su vida estaba a punto de cambiar radicalmente.

Por otra parte, se había reanudado la búsqueda de los integrantes de una de las familias más influyentes del mundo mágico, perdidos años atrás. No se tenía ninguna pista de su paradero por lo que la investigación quedó archivada. El fin de la guerra dio nuevos ánimos para retomarla.

Ajeno a todo se encontraba Draco Malfoy, que al finalizar la guerra había decidido cambiar su estilo de vida y había emprendido un viaje por el mundo. En este viaje comprendió que los prejuicios hacia los muggles eran erróneos y se sintió muy culpable al darse cuenta de que había vivido engañado. Para hacer mas notable su cambio, había decidido dejar los trajes para los momentos especiales y vestía de una forma mas cómoda y casual. Volvió a recuperar el brillo en la mirada que le había sido arrebatados durante su dura adolescencia. Decidió "tapar" o al menos camuflar la marca de su antebrazo con algún tatuaje más, también cambió su corte de pelo, ahora lo lucía corto a los lados y con un pequeño tupé, tampoco nada exagerado.

-estaré así bien? Tampoco debe parecer que vaya a una boda, solo es el comienzo de un nuevo año...- Hermione al recordar aquello, se dio cuenta de que este año seria diferente, en este año no tendría a su lado ni a Harry...ni a Ron. Le había apenado mucho que Ronald hubiese preferido entrenarse como auror que disfrutar del año de Hogwarts que más marcaría las relaciones que había y venideras, todo el mundo había cambiado de una forma u otra en la guerra.

Algunos Slytherins incluso habían empezado a establecer contacto con algunas casas a veces incluso con algún Gryffindor. Los Huffelpufs también cambiaron, aunque no quisieran hacerlo la mayoría, después de la muerte de Diggori y luego la guerra habían sido obligados a madurar, a no esperar nunca mucho de alguna gente, a comprender que incluso el mas afable tejón a veces debe convertirse en un temido león o una astuta serpiente. Algunos Ravenclaw habían perdido su afán por entender las cosas incluso había pocos que llegaron al punto de desesperación en el que desearon no haber conocido nada acerca de la magia. Los Gryffindor ,en cambio, habían cambiado poco, seguían siendo valientes y testarudos la guerra, y mas la victoria de Potter y los demás, les había dado fuerzas para afrontar las perdidas que sufrieron y los cambios a los que serian forzados, en realidad, aunque pocos lo supieran y otros les siguieran viendo igual, la mayoría había tenido que pasar una prueba, algunos no podían entender como podían suceder cosas tan terribles, otros no podían perdonarse por no haber conseguido salvar a todos y cada uno de los alumnos y otros simplemente habían perdido la esperanza, la esperanza en que todo acabaría bien, y que si aún no lo estaba significaba que no era el final. Hermione, era de las del segundo grupo.

Este año, necesitaba mas que ningún otro el apoyo de su mejor amigo y de su actual novio, pero no estaban, no les tenia consigo y eso le daba miedo. No podía concebir un mundo sin ellos, no quería imaginar lo que estarían sufriendo aquellos que habían perdido seres queridos, ella sabia que sus padres estaban seguros, y aunque no la recordasen, eso le daba fuerzas para continuar. Eso y sus amigos, este año le faltarían pero al menos seguirían en contacto, no permitiría que no fuese así.

-Hermione, tranquila. Este año será tu ultimo. No lo desperdicies. Aprovéchalo.

Decidió volver a cambiarse de ropa. Ese verano también había cambiado su look. Ahora vestía más de negro, se había dejado crecer el pelo y lo había alisado un poco. Ahora sus antiguos rizos bien marcados eran ondas ligeras que descendían por su espalda. Al no poder comunicarse con sus padres, se había habituado a llevar una cazadora de cuero de su padre, de "sus tiempos mozos" habría dicho él.

Metió sus cosas en el baúl y se fue decidida a la estación, estaba relativamente cerca de su nuevo apartamento así que fue andando.

Mientras tanto Draco estaba decidiendo si ir o no este curso al colegio. Finalmente pensó que para finalizar su cambio y darlo por completado, debería ir y enseñar a los habitantes del mundo mágico que había cambiado, que no era igual que antes, que era mejor persona. Este año también se demostraría a él que no era una mala persona, dejaría de atormentarse y comenzaría una nueva vida. Estaba decidido. Su próxima parada seria la estación, pero antes debía escribir una carta a casa para que le llevasen sus cosas a su ubicación actual. Pasaron 20 minutos y sus cosas llegaron, las metió en el baúl y lo cargó en su moto. Encendió el motor y comenzó su viaje a la estación, a un nuevo año, a una nueva vida.

Malfoy...sí, suena bien (DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora