Campo de amor

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En el campo de batalla, todo se vale. La trampa, la muerte, las explosiones, el suicidio, las peleas, los insultos, todo vale, menos... el amor.

– ¿Sanji puedes moverte? – habló un amargado peli verde.

Realmente era muy molesto, ¿acaso no entendía que estaba herido y no podía moverse mucho?

–Estás viendo mi condición y aun así me tratas como un trapo– replicó Sanji frunciendo el ceño.

–Estás herido pero no muerto.

Es cierto que estaba herido por la última batalla pero podía moverse. ¿O por qué antes de venir a la campaña había corrido cuando un oso nos estaba siguiendo? Claramente huimos y lo herimos un poco, pero si estaba herido no debía hacer eso.

Además quería que Sanji se moviera para que así Zoro pudiera acomodar las sabanas, pues era temporada de lluvia, lo cual claramente hacía frío.

Pero la verdad es que no tenía ganas de pelear con el rubio, así que como pudo acomodó la sabana para ambos. Porque sí, dormirían juntos y aparte, estaban en la intemperie donde las únicas almas eran él y Sanji.

Aunque pensarán que le molestaba la idea de dormir con otro hombre, además de que casi todo el tiempo se la pasaban peleando. Pero la realidad era otra, algo que Sanji no sabía, era su maldito secreto.

A Zoro le gustaba Sanji.

Algo que entre dos hombres no era posible y además, que el amor en la batalla estaba prohibido. Una batalla que inició hace muchos años por un maldito mal acuerdo, lo cual desencadenó una disputa.

De esa manera comenzaron a reunir gente para la lucha, eso fue hace cinco años donde conoció a Sanji.

Al principio le pareció alguien engreído y que le gustaba hacer escándalo. Bueno, en cierta parte si era así. Pero después que en ese entonces fue desgracia, le tocó hacer equipo con él, pues eran los mejores tiradores y peleadores.

Pero ahora esa "desgracia", era lo mejor que le había pasado a Zoro. El haberlo conocido realmente fue un desafío, y más cuando discutían y no hablaban por unos días. Pero aunque hubieran sido días para Zoro era una eternidad.

Pero siempre los dos volvían y hablaban para arreglar todo. Zoro siempre pensó que se reconciliaban era por la batalla, pues el equipo debe mantenerse unido. Pero una temporada, cuando pelearon el último día de batalla, cada uno se fue por su lado para pasar las vacaciones.

Cuando eso pasó Zoro realmente pensó que vería a Sanji de vuelta en la batalla y que ahí se arreglarían para la ocasión. Pero realmente se alegró cuando un día lluvioso Sanji llegó a su casa diciendo que quería arreglar el mal entendido.

Allí Zoro entendió que no se arreglaban para las batallas, sino lo hacían por su vida privada. Y para Zoro, lo hacía era para su vida amorosa. Porque la verdad es que no le gustaba estar molesto con el rubio.

¿Y cómo surgió ese amor? La verdad es que no lo sabía, de un momento a otro no le gustó estar lejos del rubio, tampoco cuando alguien le sonreía, mucho menos cuando en las batallas alguien se dignaba a apuntarle.

Cuando eso sucedía Zoro acababa con todos los enemigos, y luego acudía donde Sanji si tenía alguna herida. No hace mucho aceptó amarlo, y desde entonces, ha sido lo mejor del mundo.

Al menos, después de esta batalla se iría con Sanji a viajar. Por dos razones, la primera es que esta batalla estaba ganada con lo cual aquella guerra daría su final. Y segundo, porque en esa temporada cuando Sanji llegó a su casa, se prometieron que cuando terminara todo esto se irían a vivir juntos.

ONE SHOTS (ZOSAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora