Sombra

165 15 1
                                    

–No quiero ir a tu casa– contestó el rubio caminando lejos del otro.

–Solo será una película– siguió el peli verde yendo atrás.

–No somos amigos así que esto es extraño– continúo Sanji.

Eso era cierto, no eran amigos o algo más. Simplemente eran cercanos donde algunas veces se hablaban y otras Sanji intentaba matarlo o solo lo insultaba como si hubiera hecho algo malo.

Eran conocidos, nada más había en eso. Aunque eso se creía.

–No somos amigos tan cercanos pero hemos hecho cosas que ya nos vuelven más que conocidos– argumentó Zoro deteniendo al otro del brazo.

Sanji se zafó y bufó sosteniéndose la cabeza mientras veía con enojo al peli verde.

Aceptaría solo porque ya quería que lo dejara en paz, no tenía tiempo para ver películas con otras personas mientras que podría ocupar ese tiempo en estar con una linda dama. Y más si era en un hotel.

– ¿Dónde vives? – preguntó Sanji.

–Podemos ir ya– alegó el peli verde.

Era casi de noche, así que quizás era un buen ambiente para ver una película.


***

Se imaginaba una casa fea y nada limpia, pero haber estado en cada rincón de aquella casa todo lo que pensó desapareció.

Todo estaba impecable y con un olor característico de Zoro, la cocina era grande y en la despensa había todo tipo de comida e ingredientes, las habitaciones que son dos eran grandes y con iluminación, los baños grandes y una con tina, la de la habitación de Zoro tenía tina.

La sala grande con un gran sofá al frente de un televisor igualmente de grande, y en una puerta de la esquina de la casa llevaba a dos partes. Una a un gimnasio que tenía todas las máquinas y otra al garaje donde había una moto y un carro.

Era una excelente casa para alguien quien vive solo y por lo poco o mucho que Sanji sabe de Zoro, no es que tuviera muchos amigos.

Sanji aun asombrado por la casa decidió sentarse en el sofá y allí echar la cabeza hacia atrás para así ver una lámpara que descendía del techo con unas luces suaves que hacían sentirse relajado.

Entre eso llega Zoro y con cuidado palmeó la pierna de Sanji haciendo que se irguiera para luego recibir té que éste antes había pedido.

– ¿Qué película miraremos? – preguntó Sanji mirando como el otro se sentaba en el suelo y encendía la televisión.

–Es de suspenso y algo de terror– respondió Zoro esbozando medía sonrisa.

Esa sonrisa no se veía nada fiable.

Aun con las dudas no dijo nada y esperó a que el peli verde con toda la lentitud colocara una película.

–La sombra, que increíble nombre– habló Sanji con evidente sarcasmo.

–Al principio no te gustará, pero créeme que te gustará y me pedirás otra– comentó Zoro mirando a Sanji por el rabillo del ojo.

Definitivamente lo que decía era sospechoso, ¿pero cómo podía saber que era? Lo único que podía hacer era esperar a que esa fantástica película empezara y según las palabras de Zoro, esperar a lo emocionante.

Así pasó la película por mínimo media hora y para Sanji ya le estaba agarrando sueño, mientras Zoro parecía como si la película fuera de comedia.

Algunas veces soltaba pequeñas y ahogadas carcajadas junto con sutiles miradas dirigidas al rubio. Algo que este claramente notó, pero la verdad es que no tenía ganas de preguntar qué con esa actitud.

ONE SHOTS (ZOSAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora