En busca de mi felicidad

Luna Herida

Se podía sentir la tensión en el lugar

Los cazadores sentados en distintos muebles, repartidos por todo el lugar, pero todos estaban en una posición en la que miraban de frente el lugar donde reposaba Zero.

Asami no se retiró.

Al contrario, estaba ahí, justo en el brazo del mueble tomando la mano de su prometido.

Quería que supiera que, pase lo que pase, va a estar bien, porque el esta de su lado.

-Y bien?- comenzó el peliplata con mirada severa y voz seria.

Todos los presentes solo pudieron tratar de bajar el grueso nudo de sus gargantas.

Si bien, es cierto que sabían del mal carácter del chico, no iba a dejar de ser algo que los atemoriza a todos por igual.

Por otro lado, Asami sabia que su pareja tenía carácter fuerte, sin embargo, era la primera vez que lo veía en acción de forma tan amenazante.

Y puede que mas adelante tenga un pequeño fetiche con eso, pues, ese tono empleado y nunca visto por él le envió un respingo de deleite y un sudor frío en la columna.

Nunca se consideró a si mismo una persona a la que le gustara ese tipo de presencia que daba Zero el todo el lugar, todo lo contrario, él gustaba de dominar y llevar a la cúspide del excitacion a sus parejas.

Pero carajo, Zero estaba tan ardiente de esa forma que ya vería de que forma emplearla a su rutina cuando estuviesen casados y los niños ya hubieran nacido.

De momento se limitaba un poco porque temía hacerle daño, el podía esperar un año mas a que nacieran sus hijos y su pareja estuviese bien.

Solo le interesaba la salud de Zero, a demás, su prometido siempre encontraba formas muy interesantes para ayudarlo, y lo mejor de todo es que terminaban satisfaciendo sus necesidades sin ir mas allá de lo posible para su embarazado prometido.

Y joder, si Zero lo hace sentir así y aun no han hecho el amor estaba ansioso por saber como se desempeñarán una vez que pueda tomarlo por completo.

-Espero que sea lo suficientemente importante como para venir hasta aquí luego de buscarme como si me estuvieran cazando cual vil sanguijuela cupasangre cualquiera.- dijo cruzando sus brazos sobre su abdomen y ceño fruncido.

Yagari y el resto de los cazadores rezaban a la madre fundadora para que esto no terminara mal.

Dando un suspiro trató de encontrar fuerzas de donde no las tenía.

Sabe que Zero los escuchará, después de todo dijo que lo haría.

Lo difícil era convencerlo de perdónalos. El albino era bastante rencoroso.

Aún recordaba cuando era a penas un mocoso y Kaito se comió un pastel que guardó.

Pasó 4 años sin querer saber de su pupilo mayor.

-Solo...- buscaba a tientas las palabras.- queríamos pedirte perdón. Yo quiero pedirte perdón.-continuó.- Si bien es cierto que Cross era mi pareja, debí darte la oportunidad de explicar tu punto. Me confíe pensando en que un engaño podría venir de cualquier lado menos de mi propia pareja.- a este punto tenia la mirada baja.

-En serio? lo que me jodió fue que no confiaras en mí! Toda la jodida Asociación podía darme la puta espalda, nunca me importó, pero usted, a quien consideré un padre, un mentor, que usted pusiera mis palabras en una balanza junto a el lame culos de Cross, ¿en serio?, Usted siempre a sido consciente de que el besa el suelo por el que pasa el maldito Kuran y Yuki y aún así.- bajó el volumen con la voz ya bastante rota, dolida.- Aún así, lanzaste mis explicaciones al vacío, siendo escuchadas por oídos sordos.- cierra los ojos y suspira mientras sostiene con mas fuerza la mano de quien es su ancla a este momento.