Luna encontrada 2

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En el tranquilo silencio de la noche en el que solo las estrellas y la luna iluminaban el camino.

Los cazadores junto a Yagari arribaron al pueblo en el tiempo mas reducido que lograron de un mes entero de viaje.- dado que tuvieron que eliminar a muchos chupasangres en el camino.- encontrándose a Kaito en la entrada del lugar en el que acordaron se encontraría.

Procedieron al interior del lugar y soltaron todas las maletas y armas que traían consigo.

Emocionados por haber encontrado de una buena vez una pista sobre el albino.

-Al amanecer partiremos hacia donde se reportan los avistamientos de la hermosa chica de los rumores.- dice Kaito a Yagari, siendo los únicos en la sala de estar pues despidieron a los otros a las habitaciones.

-Que así sea. Y recemos porque tu hermano no quiera matarnos apenas nos vea.

A ambos les recorrió un escalofrío al recordar en el pasado una ocasión en la que el albino dijo que no quería hablar con nadie y aún así ellos insistieron.

Siempre recordaría la paliza que recibieron de parte del chico.

Ya habiendo trazado los planes, se dirigió cada quien a su propio dormitorio.

Algo les decía que sería un día muy agitado.

Algo les decía que sería un día muy agitado

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...En otro lado...

El día había empezado de maravilla para el yakuza luego de aquella conversación hacía unos cuantos meses.

Luego de conversar entre ellos llegaron a un acuerdo que consistía en que Asami sería transformado en lo que sería su ceremonia de bodas.

Ninguno tenía dudas en su interior, Asami nunca las tuvo, solo tenía que aliviar los temores de Zero con respecto al tema.

Los demás estaban muy emocionados ante la noticia tanto que incluso empezaron a hacer los planes.

No aceptaban más que lo mejor en dicha celebración para ambos.

Asami había comenzado hace un tiempo los preparativos para mudarse a la mansión de Zero ,y junto a él, se mudaron al anexo todos sus subordinados de mayor confianza estando entre ellos Kirishima, la Torre y Gigantocus.

Ya ambos dormían en la misma habitación y para el de ojos color oro derretido no había nada mejor que despertar con el albino acurrucado en su pecho, entre sus brazos.

Pensando en todo lo que había hecho para que esto ocurriera y aún así no cambiaría nada.

Volvió su mirada al peliplata sintiéndose tan pleno que no cabía en sí mismo.

Tan dichoso que se desbordaba la sonrisa entre sus labios y su pecho se quedaba pequeño queriendo contener su dicha.

No pudo evitar sonreir aún mas al acariciar con su mano libre los suaves y largos cabellos de su prometido en un recorrido que encontró su final en el abdomen de su pareja.

En busca de mi felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora