Capítulo 0: Comienzo

237 15 1
                                    

Para mi, el suave deslizar del bolígrafo sobre el papel no era solo un trámite sino el comienzo de una nueva etapa en mi vida mientras firmaba los documentos, mi mente estaba llena de imágenes de la tienda de pañales que iba a abrir, se que esta firma me llevara a un camino lleno de retos lo que no podre prever que ese simple gesto desencadenaría una serie de eventos que cambiarían mi vida por completo. Con una mezcla de nervios y emoción, me levante, estreche la mano del asesor y salí a la calle con el corazón acelerado, sabiendo que hoy todo empezaba de verdad. Pasaron los minutos mientras caminaba por la calle, no podía evitar sonreír al pensar en lo que había logrado hasta ahora. Consegui un proveedor de pañales en otro país habia sido un desafío, pero al final valió la pena luego consegui un local en alquiler donde sera la tienda.
Con el lugar ya asegurado, mi próximo paso era llenar ese espacio vacío y convertirlo en la tienda que había imaginado, comencé con lo básico: pintura para las paredes, estantes, mostradores y algunos muebles para la entrada. El presupuesto era ajustado, así que tuve que buscar ofertas y rebajas por toda la ciudad. Después de días de idas y venidas, finalmente logré reunir todo lo necesario, los estantes no eran de lujo pero harían su trabajo bueno la pintura es de un tono suave que daba una sensación acogedora, era exactamente lo que quería para que los clientes se sintieran cómodos al entrar. Con tantas cosas me di cuenta de que no podía hacerlo todo sola, fue entonces cuando decidí llamar a Laura, mi mejor amiga, si alguien sabía como levantarme el ánimo en medio del caos, era ella. Marcando su número, recé para que tuviera un rato libre pero casi al instante contesto.

~~¿Hola? ¡Laura! Dije, con una mezcla de urgencia y emoción. ~~Hola Naida ¿qué pasa? contestó ella, siempre con ese tono animado. ~~Necesito ayuda con la tienda, me llegaron las cosas, pero no puedo hacerlo todo yo sola. ¿Podrías venir a echarme una mano con la pintura y acomodar los estantes? Porfa. Hubo una pausa breve. ~~¿De verdad abriste la tienda? preguntó Laura, riendo al otro lado de la línea. ~~Pense que bromeabas cuando dijiste que sería de pañales, yo pensaba que ibas a abrir una farmacia! ~~No era broma. Respondí entre risas. ~~De verdad necesito ayuda, ¿puedes venir? ~~Ya voy para allá, no puedo perderme esto. En menos de una hora después, Laura llegó al lugar con su sonrisa amplia y contagiosa. ~~Naida. Dijo al entrar y mirar alrededor. ~~No puedo creer que hablabas en serio con esto de una tienda de pañales ¡Yo de verdad esperaba una farmacia! Soltamos una carcajada juntas, mientras le explicaba los detalles de mi plan. ~~Ay, eres increíble. Dijo mientras tomaba la brocha ~~Vamos a darle vida a este lugar. Durante las siguientes horas, trabajamos sin parar, Laura, siempre divertida y llena de energía, contaba algunas anécdotas mientras pintabamos las paredes ahora la tienda que antes se sentía vacía y fría, comenzaba a tomar forma con cada trazo de pintura, los estantes no eran perfectos, pero al final del día los estantes estaban firmemente colocados y la tienda parecia un paso más cerca de abrir sus puertas.

~~Bueno, ya está. Dijo Laura, mientras se quitaba un poco de pintura del brazo. ~~Mejor de lo que imaginaba, la verdad, esto va a quedar genial. Mire a mi alrededor y sentí un nudo en la garganta, habia avanzado tanto, pero todavía quedaba mucho por hacer aún así, con la ayuda de Laura, el lugar ya se veía muy bonito. Laura tomó sus cosas y se despidió en la puerta. ~~Naida, eres increíble, te va a ir de maravilla aquí, suerte con todo. ~~Gracias por todo, Laura no habría podido hacerlo sin ti. Nos dimos un abrazo y al ver como se alejaba por la calle, me quede en la entrada de la tienda sintiendo la mezcla de cansancio y satisfacción por haber dado un gran paso hoy. Al día siguiente, me levanté temprano con el corazón acelerado porque hoy debían llegar los pañales, otro gran paso para que la tienda cobrara vida de verdad bueno me quede en la tienda, mirando por la ventana cada vez que escuchaba un camión o un coche detenerse en la calle, esperando ver el cargamento pero las horas pasaban y el entusiasmo inicial se fue desvaneciendo. No llegaron.

Los días siguientes fueron igual de frustrante porque los pañales que venían del extranjero, estaban retenidos por trámites aduaneros. Cada vez que llamaba al proveedor, me decían lo mismo: "Estamos haciendo todo lo posible, pero aún no tenemos una fecha exacta". La espera comenzó a convertirse en semanas, y pronto ya había pasado casi tres meses sin noticias, entre tanto, las cuentas del alquiler y los gastos fijos empezaban a apilarse aunque tenía algunos productos farmacéuticos que había conseguido para llenar la tienda temporalmente para recaudar fondos para pagar el alquiler y otros gastos pero el verdadero plan aún estaba incompleto sin los pañales bueno y finalmente, un día, justo cuando estaba a punto de perder las esperanzas recibí la llamada que tanto había esperado: el cargamento estaba en camino. Mi alivio fue indescriptible, al día siguiente los pañales llegaron en grandes cajas, cada una marcada con las tallas correspondientes mientras los descargaban, me imaginaba cómo sería la tienda una vez que todo estuviera en su lugar.

La tienda de pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora