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XIV

julián se quería morir luego de ese incidente. paulo también, y no había hablado con enzo (muchísimo menos con leandro) pero suponía que también tenían un mal presentimiento de esa situación.

el sábado fue día de familias para demasiados, aprovechando poner en marcha cuanto antes el tema de sus buzos. uno que casi todos los padres habían aprobado, a excepción de los de enzo y julián.

¿casualidad? probablemente si no fueran justamente esos dos, no lo sería. lastimosamente lo era.

aunque claro, nuevamente, ninguno sabía que aquello era otra de las trampas que a veces el destino tiene hasta unir algo que parece imposible. o algo así siempre decía alejandro sobre la vida.

"no entiendo qué no les gusta. es lindo, no lo mejor del mundo, obviamente no es de River, pero es lindo" insistió enzo frustrado. su madre lo miró crítica.

"no te voy a comprar algo que no vas a usar" decidió. "además, cómo castigo me funciona para que empieces a cambiar esa actitud horrible" marcó.

la puerta de su casa se abrió, advirtiendo la llegada de su padre. enzo suspiró, si su madre tenía esa opinión, su padre debía estar casi parecido.

en el viaje de vuelta a su casa, la cara de ambos era muy mal augurio. haberse visto tanto tiempo con los álvarez parecía afectarles bastante.

enzo entendía, porque hasta hacía días atrás le sucedía eso-

puso una cara de confusión ante sus propios pensamientos. ¿qué carajos estaba pensando?

"buenas tardes" saludó su mamá, con una sonrisa que expresaba probablemente un amor tan ciego pero bello que enzo sintió entre pena e incomodidad.

su papá la abrazó con cariño, probablemente. saludó a olivia, quien se encontraba comiendo su puré de manzanas y viendo videos de la granja de zenón, y cuando llegó su mirada a él, suspiró.

"hola enzo" saludó y le revolvió el pelo, sabiendo cuánto odiaba eso. "nos debemos una charla seria entre tu madre, vos y yo" aseguró y enzo asintió, evitando hablar mucho porque no sabía qué responder exactamente.

olivia pidió ayuda para bajar de la silla y se dirigió con su plato hacia enzo.

"eno, quero el titok" pidió, señalando su tablet, donde enzo sabía que se refería a tiktok.

"oli no podes ver boludeces todo el día" se adelantó, olivia no se inmutó e hizo un puchero esperando convencerlo. "pero nada de ese pelado que viste el otro día eh, llego a escuchar que ves esos videos y le digo al gallo pinto que no se despierte nunca más" aseguró y olivia puso cara triste negando.

"no, gato pinto no eno pofavo" pidió y enzo murmuró un ajá, sabiendo que eso simplemente era una amenaza vacía.

se levantó y llevó a olivia a upa hasta el sillón del living, dónde la sentó con su platito y mientras ella comía tranquila, se puso a ponerle la cuenta de tiktok con los videos infantiles que me gustaba ver por ahí.

luego de acomodar todo, la dejó con eso ahí, recibiendo una sonrisa, un gracias y un besito en el cachete con cariño, cómo muestra de agradecimiento.

al volver a la cocina, se encontró con sus padres, tomando mate y preparados para la charla. una que enzo no quería tener.

"¿a vos te parece lo que hiciste durante la semana estuvo bien, enzo?" preguntó su madre. enzo bufó.

"empezamos tranqui" susurró. "no ma, por eso intenté mejorarlo los últimos días" explicó.

"¿ratearte de la clase a pelearte con julián te parece mejorarlo?" preguntó su padre.