❛ soul love ❜ Manolo Sánchez

𝗶𝗶𝗶 ━━ los mejores amigos

CAPÍTULO TRES

La puerta del orfanato fue tocada consecutivas veces con desesperación. Varios niños voltearon hacia ella con confusión. De entre ellos se levantó la pelirroja soltando un suspiro, tomó la manija de la enorme puerta y la abrió.

Vaya sorpresa que se llevó al ver a los tres músicos con los que Manolo se juntaba la mayor parte del tiempo frente a ella, sonriendo en su dirección sin poder ocultar el nerviosismo en sus rostros.

─── Caballeros. ───saluda Beatrice cortésmente───. ¿Qué los trae por aquí tan temprano?

Observó de reojo el reloj que estaba pegado a la pared a un lado de ella, todavía no eran ni las once de la mañana. Eso, y el hecho de que ninguno de ellos alguna vez se había acercado a ella sin Manolo.

─── Bueno… Hoy en la mañana fuimos por Manolo temprano para ir a tocar unas cuantas rolas cerca de la fuente. Él salió por la ventana por alguna extraña razón-

─── Creo que tiene que ver con eso de que no le agradamos al señor Sánchez. ───interrumpe Pablo a Pepe.

Este chasquea la lengua en respuesta───. Tonterías. El punto, es que al final el señor Sánchez nos atrapó y se llevó a Manolo de la oreja.

─── Eso hasta a mí me dolió… Y ni oreja tengo.

─── Bueno, hoy es su corrida, ¿no? Tal vez es señor Sánchez se lo llevó para que practicara un poco más. ───defiende la pelirroja encogiéndose de hombros.

─── Ese es el problema, Beatrice. Su papá lo ha estado matando durante todo el mes para que el día de hoy todo salga perfecto. Para qué-

─── Pueda matar al toro. ───interrumpe la mujer mirando al suelo.

Los tres músicos asienten con preocupación.

Beatrice suelta un suspiro. Observa a los niños detrás de ella, quienes seguían jugando entre ellos e intentando leer los pequeños cuentos que la pelirroja había comprado para ellos, las hermanas de la iglesia se encontraban en la cocina, preparando las cosas para la comida.

De repente recordó que en la mañana una de las ancianas le había pedido ir y traer unas cuantas cosas del mercado del centro. Tomó unas bolsas de mandado que se encontraban encima de una mesa cerca de le entrada.

─── ¡Voy a salir! ───grita hacía el interior de la casa. Toma las llaves del orfanato y sin esperar respuesta sale de la enorme casa.

Se voltea hacia la puerta para cerrar la puerta con llave, eso para que, si alguno de los infantes tenía la tentación de abrir la puerta, no lo lograra.

Pasó entre los masculino y se decidió a caminar hacía la casa de los famosos toreros Sánchez.

• • •

Carlos alzó la mirada al escuchar como tocaban con delicadeza la puerta trasera de su casa. Caminó hacía ella echando humo por las orejas, con la intención de mandar a la persona que estuviera del otro lado de regreso por donde vino.

Sin embargo, todos esos pensamientos desaparecieron al ver a la única pelirroja del pueblo esperando mientras observaba a su alrededor. Inhaló aire y abrió la puerta.

─── Beatrice. ───saluda bajando un poco la mirada───. Tiempo sin verte por aquí.

─── Buenos días, señor Sánchez. Me preguntaba si Manolo me podría acompañar a comprar algunas cosas, ¿se puede?

El ex torero lo pensó por unos segundos. Asintió con la cabeza y gritó el nombre de su hijo.

Manolo no tardó mucho tiempo en asomarse por el pasillo. Sorprendido al ver a Beatrice afuera de la puerta.

─── ¿Bea? ───pregunta Manolo, en segundos una sonrisa se forma en su rostro, olvidando por completo la pelea con su padre───. ¿Qué haces aquí?

─── Compras. ───responde ella mostrando las bolsas del mandado.

─── Ayuda a Beatrice con las compras y acompáñala hasta el orfanato. ───habla el mayor de los tres dejando pasar a su hijo───. Hablaremos luego de la corrida.

Manolo asiente saliendo de la casa. Le arrebata  ───literalmente─── las bolsas a Beatrice y la toma de la mano, arrastrándola con él para irse de aquel lugar los más rápido posible.

Beatrice se gira hacia Carlos para despedirse de él con la mano, este hace los mismo rodando los ojos ante la necesitad actitud de su primogénito.

Ambos adultos jóvenes caminan sumidos tanto en el silencio como en sus propios pensamientos. Manolo alza la vista al escuchar como el bullicio de la gente se hacía cada vez se hacía más presente. Se volteó para preguntarle a Beatrice que era lo que iba a comprar, paró su andar al darse cuenta que ya no estaba a un lado suyo.

─── ¡Manolo! ───grita la pelirroja frente a un puesto.

Él la observa con confusión por uno segundos antes de caminar hasta donde estaba ella. Sus ojos brillaron y una sonrisa se asomó en su rostro al ver como Beatrice sostenía dos manzanas acarameladas con una mano, mientras que pagaba al dueño del local.

─── Toma una. ───Manolo toma la que tenía en la mano izquierda. No espera mucho antes de dar la primera mordida───. ¿Está buena?

Él asiente abriendo los ojos───. Muy buena.

Ambos amigos compartían el gusto culposo por las enormes manzanas acarameladas de San Ángel.

Vuelven a retomar su caminar, viendo de reojo lo que vendía cada puesto. De vez en cuando paraban con algunas personas para comprar cierta comida. Poco a poco comenzaban a llenarse las bolsas del mandado, al igual que se acercaba la corrida de Manolo.

─── ¿Te sientes nervioso?

Manolo niega ante la pregunta de Beatrice.

─── Quiero pensar que no son nervios… Tal vez, miedo.

─── ¿Miedo?

─── Tienes que matar al toro. ───imita con voz más grave y se encoge de hombros───. Si no lo haces, es como perder contra el animal.

─── Supongo que tú no quieres matarlo.

─── ¿Por qué querría matar algo? ───pregunta como si fuera lo más obvio.

Beatrice toma la mano que el torero tenía libre, entrelazando los dedos antes de abrazarlo, tomándolo desprevenido. Pero, Manolo no tarda mucho en responder aquel abrazo.

─── Siempre está la opción de huir como amantes. ───murmura sobre su oído.

El masculino suelta una risa, ignorando el rápido latir de su corazón ante la palabra “amantes”.

─── ¿Estarás ahí?

───¡Claro que sí! ───responde ella un poco indignada───. No sería capaz de perderme la primera corrida de mi mejor amigo.

Él solo sonríe besando con cariño la frente de Beatrice.

─── Claro. ¿Mejores amigos?

La pelirroja asiente───. Mejores amigos.