One shots de Blue lock, específicamente Not Safe For Work. (Nsfw)
Todos los personajes son originales de:
Muneyuki Kaneshiro. Yosuke Nomura.
Historias originales de:
EvanJan2.
Prohibida la copia/adaptación de alguna de estas historias. En caso de in...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasillos de el instituto.
Estabas disfrutando el increíble tiempo con tu novio, tu sentada entre sus piernas y el... Jugando con su teléfono.
Te molestaba el hecho de que Nagi le prestará más atención a su celular que a ti, era molestó, pero a Nagi realmente no le importa.
— Maldición... Me mataron.
Dijo Nagi, mirando de manera desinteresada su celular, mientras tu lo mirabas desde abajo.
— Ya me vas a poner atención?...
Dijiste, mirándolo con el ceño fruncido, Nagi bajo levemente la mirada y te dió un suave beso en la frente.
— Luego de esta...
Dijo, volviendo a iniciar una partida, estabas harta, era la quinta vez que decía lo mismo, y siempre iniciaba otra partida, ya no aguantaba más.
Levantaste la mano, apagaste su celular y se lo quitaste, guardando lo en tu bolso, ahora que sus manos estaban vacía, Nagi suspiro y las puso sobre tus senos, mirándote seriamente.
— ¿Por qué hiciste eso?... Estaba apunto de empezar la partida...
Jadeaste levemente y lo miraste molesta, ¿Que le pasa? ¿Acaso no mereces su atención? Que molesto es este chico.
— ¿Quien es tu novia, Nagi? ¿Tu teléfono o yo?
Dijiste, echando la cabeza atrás para poder verlo desde abajo, está suspiro y desvió la mirada
— Que molesta eres... Obviamente tu
Dijo el albino, al escuchar sus palabras frunciste el ceño a más no poder y te levantaste, quitando las manos de el ojigris de tus pechos
— ¿Molesta yo? Mira, Nagi Seishiro, juro que te voy a pegar!
Dijiste ya bastante molesta, tomaste tus cosas y me devolviste su teléfono, dispuesta a irte
— Y se lo voy a decir a Reo.
Nagi te miraba con desinterés, suspiro y tomo sus cosas también, se levantó y te tomo de la mano sin decir nada, llevandote a quien sabe dónde
— Oye! Suéltame!
Dijiste, intentando soltarte su hagarre.
— No hagas ruido, o nos van a descubrir.
Tenía razón, si hacías mucho ruido algún profesor descubriría que una chica de segundo año y un chico de tercero faltaron a tres lecciones para poder estar juntos como fugitivos, maldición, no había de otra.
