Después de casarse con un Omega Rabbit. Señor, huele tan bien

Capítulo 10 Tratamiento

Ye Su llevó a Shen Mu a la casa. La luz afuera estaba demasiado oscura en este momento, pero ahora descubrió que la otra persona no solo tenía muchos rasguños en las piernas, sino que su cabello y orejas también estaban cubiertos de barro.

"Tía Wang, ayúdame a conseguir algunos cubitos de hielo". Después de que Ye Su terminó de hablar, abrazó a Shen Mu y se sentó en el sofá.

La tía Wang tomó los cubitos de hielo, los puso sobre la mesa y se fue rápidamente. Era muy perspicaz y sabía que no era apta para estar aquí en ese momento.

"¿Qué pasó?" Ye Su recordó la advertencia del hombre hace un momento y se dio cuenta vagamente de que algo malo parecía haber sucedido.

Antes de escuchar la respuesta de la otra parte, sintió que la persona en sus brazos temblaba y un escalofrío le recorrió el cuello.

Shen Mu abrazó a Ye Su y lloró en su hombro. Estaba realmente asustado. Siempre supo que los Omega no era lo suficientemente fuertes y necesitan confiar en la protección de un Alpha.

Sin embargo, desde que vivía en casa, no había experimentado claramente este sentimiento.

Pero la situación de hoy le trastornó la mente. No tenía forma de protegerse. Shen Mu estaba asustado y se sentía inútil al mismo tiempo.

"Ye Su... Estoy tan asustado... Alguien sólo quería... forzarme... No pude vencerlo". Shen Mu se recostó sobre el hombro de Ye Su y habló de forma intermitente. Descubrió que toda la ropa de la otra persona estaba mojada por sus lágrimas.

Shen Mu rápidamente soltó su mano, pero aún no se bajó del regazo de Ye Su. Finalmente lo abrazó una vez, no quería volver al sofá tan pronto.

El rostro de Ye Su se oscureció casi inmediatamente después de escuchar sus palabras. Miró los ojos rojos de Omega y preguntó: "¿Viste el rostro de esa persona? ¿Dijo algo más?"

Shen Mu pensó en decirle a Ye Su lo que dijo el hombre, pero antes de que pudiera reaccionar, la ropa que lo envolvía fue arrancada.

Ye Su miró a Shen Mu. Le habían arrancado un botón de la camisa y su pecho era claramente visible.

Debido a que lloró tanto, todavía estaba un poco sin aliento. Su pecho subía y bajaba ligeramente y su cuello mostraba hermosas líneas entre respiraciones.

Al mismo tiempo, los hombros blancos y suaves todavía estaban cubiertos de sangre fresca.

Las lágrimas de cristal de este rostro se deslizaron hacia abajo y gotearon en las comisuras de los labios. Las pestañas también estaban mojadas y temblaban levemente.

Todo el cuerpo de la otra persona era como una rama de flor barrida por una tormenta, llena de belleza.

Ye Su tuvo que admitir que su Omega nominal era muy hermoso, pero este tipo de personalidad lo dejó completamente sin palabras.

"¿Qué más dijo?", Preguntó Ye Su de nuevo.

"Dijo... que quería jugar con tu esposa, lo que significaba que quería intimidarme". Shen Mu se secó los ojos con las manos, se secó las lágrimas y miró a Ye Su tímidamente.

Después de que la otra parte se quitó la ropa que le dio el hermano Chu You, solo quedó la ropa interior en la parte inferior de su cuerpo y casi todas sus piernas quedaron expuestas.

Además, todavía está sentado en el regazo de Ye Su. En realidad, tiene un poco de miedo de que la otra parte vuelva a llamarlo frívolo.

Pensando en esto, Shen Mu luchó por levantarse de Ye Su, pero olvidó que sus pies todavía estaban heridos y sintió un dolor agudo tan pronto como un pie aterrizó.

No pudo evitar dejar escapar un suave grito y cayó en los brazos de Ye Su nuevamente. Estaba tan asustado que rápidamente rodeó el cuello de la otra persona con sus brazos.

Debido a que estaba tan cerca, Ye Su olió un pequeño aroma a melocotón. Su rostro se congeló y no hizo ningún otro movimiento.

Todavía necesitaba investigar este asunto con cuidado, pero ahora tenía que tratar los pies de la otra persona. Llevó a Shen Mu al sofá y se sentó, y luego colocó un cubito de hielo envuelto en una toalla sobre el tobillo hinchado.

"Hiss—" Shen Mu sintió dolor e inconscientemente quiso retirar el pie.

"No te muevas". Ye Su no entendía por qué la otra parte estaba tan débil y por qué algunas heridas y dolores menores eran tan exagerados. Había estado en el campo de batalla durante mucho tiempo y era una persona que estaba acostumbrado a ver la vida y la muerte, por lo que no podía entender este tipo de reacción.