Capítulo cinco

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El fin de semana llegó y fui al cine con Enid. Me sentía nerviosa, pero también emocionada.

Cuando llegamos al cine, Enid me compró palomitas y me preguntó qué película quería ver. Me gustó que me diera opciones.

Elegimos una comedia romántica y nos sentamos en la oscuridad del cine.

Mientras veíamos la película, Enid se rió mucho y me contagió su risa. Me sentía cómoda cerca de ella.

Después de la película, salimos del cine y caminamos un rato. Enid me habló sobre su familia y sus amigos.

Me sentía como si estuviera conociendo a alguien nuevo, pero también como si hubiera conocido a Enid toda la vida.

Y entonces, Enid se detuvo y me miró. "Me divertí mucho hoy", me dijo.

"Yo también", le dije sonriendo.

Y entonces, Enid se acercó a mí y me dio un abrazo. Me sentí emocionada y abracé su cintura.

Me di cuenta de que me gustaba Enid de una manera que no había sentido antes.

Pero todavía no sabía si era mutuo.

Después del abrazo, Enid se separó de mí y me miró con una sonrisa. "¿Quieres ir a mi casa a escuchar música?", me preguntó.

Me gustó la idea de pasar más tiempo con ella, así que acepté.

Fuimos a su casa y nos sentamos en su habitación a escuchar música. Enid puso una playlist de sus canciones favoritas y nos sentamos en la cama a escuchar.

Mientras escuchábamos, Enid me habló sobre sus sueños y aspiraciones. Me sentía fascinada por su pasión y energía.

Y entonces, Enid se acercó a mí y me tomó la mano. Me sentí un poco sorprendida, pero también emocionada.

"Me gusta pasar tiempo contigo", me dijo mirándome a los ojos.

"Yo también", le dije sonriendo.

Y entonces, Enid se inclinó hacia mí y me dio un beso suave en la mejilla. Me sentí emocionada y abracé su cintura.

Me di cuenta de que mis sentimientos por Enid eran más fuertes de lo que pensaba.

Después del beso en la mejilla, Enid se separó de mí y me miró con una sonrisa. "¿Quieres que te lleve a casa?", me preguntó.

Me gustó la idea de pasar más tiempo con ella, así que acepté.

Fuimos en coche a mi casa y durante el trayecto, Enid me habló sobre sus planes para el futuro. Me sentía fascinada por su ambición y determinación.

Cuando llegamos a mi casa, Enid se detuvo frente a la puerta y me miró con una sonrisa. "Me divertí mucho hoy", me dijo.

"Yo también", le dije sonriendo.

Y entonces, Enid se inclinó hacia mí y me dio un beso suave en los labios. Me sentí emocionada y correspondí el beso.

Me di cuenta de que mis sentimientos por Enid eran más fuertes que nunca.

"¿Quieres salir conmigo?", me preguntó Enid después del beso.

Me gustó la idea de estar con ella, así que acepté.

"¡Sí!", le dije sonriendo.

Y entonces, Enid me abrazó y me besó de nuevo. Me sentía feliz y emocionada por lo que estaba por venir.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora