Capítulo seis

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Después de aceptar salir con Enid, nos abrazamos y nos besamos de nuevo. Me sentía feliz y emocionada por nuestra nueva relación.

En las siguientes semanas, Enid y yo pasamos todo el tiempo juntas. Íbamos al cine, al parque, y explorábamos la ciudad. Me sentía como si hubiera conocido a Enid toda la vida.

Un día, Enid me llevó a su casa y me presentó a su familia. Me sentía un poco nerviosa, pero Enid me tomó la mano y me dio un beso en la mejilla. "No te preocupes, todo saldrá bien", me dijo.

Y así fue. La familia de Enid fue muy amable conmigo y me hicieron sentir como parte de la familia.

Después de conocer a su familia, Enid y yo nos sentamos en su habitación a hablar. "Me gusta estar contigo", me dijo. "Eres mi mejor amiga y mi novia".

Me sentía feliz y emocionada por nuestro futuro juntas. "Yo también", le dije. "Te quiero".

Enid sonrió y me besó. "Yo también te quiero", me dijo.

Y así, Enid y yo continuamos nuestra relación, llenas de amor, felicidad y aventuras.

Todo iba bien en nuestra relación, hasta que un día, el padre de Enid se enteró de que estábamos saliendo. Se puso furioso y llamó a Enid a su habitación.

"¿Qué es esto que estoy escuchando?", le gritó. "¿Estás saliendo con una chica? ¡Eso es inaceptable!"

Enid trató de explicarle, pero su padre no la dejó hablar. "No quiero que sigas viendo a esa chica", le dijo. "Es una mala influencia para ti".

Enid se sintió triste y frustrada. No sabía qué hacer. Me llamó y me contó lo que había pasado.

"¿Qué voy a hacer?", me preguntó llorando. "Mi padre no me deja verte".

Me sentí triste por Enid y quise ayudarla. "No te preocupes", le dije. "Encontraremos una solución".

Pero no sabía que el padre de Enid era un hombre muy obstinado y que no iba a dejar que Enid tome sus propias decisiones.

Enid y yo tratamos de encontrar una solución, pero el padre de Enid no cedía. Nos prohibió vernos y amenazó con castigar a Enid si desobedecía.

Enid se sintió atrapada y desesperada. No sabía qué hacer. Me llamó y me dijo que no podía seguir viéndome, que su padre la estaba vigilando de cerca.

Me sentí triste y frustrada. No quería perder a Enid, pero tampoco quería que ella sufriera las consecuencias de desobedecer a su padre.

Entonces, se me ocurrió una idea. Le propuse a Enid que hiciéramos un plan para convencer a su padre de que nos dejara estar juntas.

Enid estaba dispuesta a intentarlo, así que empezamos a hacer un plan. Investigamos sobre los derechos de los jóvenes y encontramos un abogado que estaba dispuesto a ayudarnos.

Pero el padre de Enid no era fácil de convencer. Estaba decidido a mantenernos separadas, y no importaba lo que tuviéramos que hacer.

Después de una discusión con su padre, Enid se sintió devastada. No podía creer que su propio padre no la aceptara por quién era. Me llamó llorando y me dijo que no podía soportar estar en su casa en ese momento.

"¿Puedo ir a tu casa por unos días?", me preguntó. "Necesito alejarme de aquí".

Por supuesto, acepté. Quería ayudarla y hacerla sentir segura. Así que Enid empacó sus cosas y vino a mi casa.

Pasamos los siguientes días juntas, hablando y riendo. Enid se sintió mejor con el tiempo, pero aún estaba triste por la discusión con su padre.

Mi familia la recibió con los brazos abiertos y la hizo sentir como parte de la familia. Mi madre le cocinó sus comidas favoritas y mi padre le dio consejos sobre cómo manejar la situación con su padre.

Enid se sintió agradecida y feliz de estar conmigo. Me abrazó y me dijo: "Gracias por estar aquí para mí, Wednesday. No sé qué haría sin ti".

Me sentí feliz de poder ayudarla y le dije: "Siempre estaré aquí para ti, Enid. Eres mi novia y mi mejor amiga".

Pasamos unos días más juntas, hasta que Enid se sintió lista para regresar a su casa y enfrentar a su padre de nuevo.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora