Para Yumi Ai Mitsuki, el pasado no es solo una sombra que la persigue. Es una verdad incómoda que se refleja en cada mentira que ha contado, y que ahora, finalmente, deberá enfrentar.
Aqua Hoshino x OC
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Familia sin lazos sanguíneos
★★★★
Yumi abrió los ojos cuando los primeros rayos del sol se colaron a través de las cortinas, iluminando suavemente su habitación. Lo primero que vio fueron sus peluches favoritos: un oso esponjoso, un conejo de largas orejas, y una serpiente de colores brillantes. Con una sonrisa, se levantó de la cama y, como cada mañana, fue a verificar la puerta. Su corazón dio un pequeño vuelco al notar que el seguro estaba quitado, aunque la silla aún bloqueaba la puerta. Un escalofrío recorrió su pequeño cuerpo al darse cuenta de que alguien había intentado entrar, pero rápidamente sacudió esos pensamientos de su mente, negándose a permitir que el miedo le robara su alegría matutina.
Volvió a poner el seguro y se dirigió al baño. Mientras se desvestía, vio los pequeños moretones y cortes en su piel, recuerdos de un dolor que intentaba esconder detrás de su sonrisa. Pero Yumi no dejó que esos pensamientos oscuros la invadieran. En su lugar, llenó la tina con agua y se sumergió en un mar de burbujas, su escape favorito. Sus estrellitas en los ojos comenzaron a brillar con intensidad mientras jugaba con las burbujas que flotaban a su alrededor.
—¡Burbujitas!— murmuró con una risita, atrapando una nube de espuma en sus manos. —¡Soy la diosa de las burbujas!— exclamó, salpicando el agua con entusiasmo, creando pequeñas olas que se derramaban fuera de la tina.
—¡Yo, Yumi Ai Mitsuki, controlo el mar!— dijo, levantando los brazos y viendo cómo las burbujas se elevaban alrededor de ella, llenando la habitación con su espuma blanca y suave.
—¡Controlo el mundo burbujeante!— gritó, lanzando más jabón en el agua, viendo con deleite cómo las burbujas crecían y llenaban el baño.
Yumi se inclinó hacia adelante, soplando suavemente sobre las burbujas, viendo cómo se elevaban en el aire como diminutas esferas flotantes. Cada burbuja capturaba la luz del sol y brillaba con un arco iris de colores, y su risa se mezclaba con el sonido alegre del agua.
—¡Miren cuántas burbujas hay!— gritó con alegría, mientras lanzaba más jabón en el agua, creando una nube aún mayor de espuma. Su cara se iluminó con una expresión de pura felicidad, y cada burbuja que estallaba hacía que sus ojos se abrieran aún más en asombro.
Con cada nuevo estallido de burbujas y cada ola de espuma que creaba, Yumi sentía como si estuviera en un mundo mágico solo para ella. La simple maravilla de las burbujas, con su delicada ligereza y su brillo efímero, la hacía sentir como si estuviera controlando un reino encantado lleno de risas y sueños. Por un momento, el dolor y el miedo se disolvieron en la magia de las burbujas, y su corazón se llenó con la alegría de una niña que sabe cómo encontrar felicidad en las cosas más pequeñas y simples.
Su risa resonaba como un tintineo alegre, mientras su mundo se cubría de espuma, y por un momento, todo el dolor y el miedo se disolvieron en la magia de las burbujas que la rodeaban.
