Todos subimos al micro y nos colocamos en nuestros lugares, los nervios recorrían mi cuerpo. Tenía miedo de que Gastón tuviera una mala impresión de mi.
En este viaje decidí sentarme del lado del pasillo, ya que en los asientos de al lado estaban Pato y Guido, que cada tanto me miraban y me hacían señas para saber si estaba bien.
Gastón evitaba la charla y en un momento me cansé asíque estaba decidida a entablar una conversación.
- ¿Todo bien? - Fue lo único que se me ocurrió decir
- Si - Respondió Gastón, su incomodidad era notable por más que la intentara ocultar.
Suspiré y cuando estuve lista me sinceré ante el - Gastón, ya se que no tenes la mejor impresión de mi. Pero con Guido ya está todo bien y quiero que sepas que mi intención nunca fue hacerle daño al irme. -
Gastón puso una mueca de "bueno, te creo" y dejo de lado todo para empezar a conversar conmigo.
Hablamos de tantos temas que nunca apareció un solo silencio de más de 2 segundos. Todo resultó fluido y lo disfrute tanto.
Me levanté para ir al baño, no aguantaba más. Entre e hice lo que tenía que hacer.
Al salir me encontré al rubio esperándome
- ¿Qué paso? - Pregunté
- Te quería avisar que ya llegamos a la estación de servicio ¿Vamos? -
- Si, obvio -
Estaba por pasar, pero el rubio me detuvo poniéndose frente a mi sin permitirme el paso.
- ¿Por qué no me dejas pasar? - Pregunté con el ceño fruncido
- Primero - Dijo alargando la "o" y señalando su cachete.
Puse una pequeña sonrisa y me acerque a su cachete para darle un besito, estaba a punto de llegar a su mejilla y el rápidamente dio vuelta su cara para hacer que le diera un pico.
Su expresión se convirtió en una victoriosa, mientras que yo estaba sonrojada por la acción de el. Se rió y luego me susurró al oído - Sos tan hermosa cuando te pones roja -
De la nada me besó apasionadamente.
Al sentir el tacto de sus labios en los mios mi reflejo fue abrir grande los ojos sorprendida mientras el me besaba, pero luego cerre mis ojos para disfrutarlo y se lo correspondí con la misma intensidad.
En eso se sintió un silbido seguido por una risa. Ambos nos separamos rápidamente, Pato reía al ver la escena.
- No perdés tiempo rubio - Dijo Pato volviendo a reír, me sentía tan avergonzada.
- Para que perder el tiempo cuando tengo la chance de besar a esta belleza - Dijo señalandome, le pegue despacio en el brazo y lo fulminé con la mirada. Si antes estaba avergonzada ahora queria desaparecer del mundo.
- Mía me mandó a avisarles que vayan rápido, pero bueno. Los dejo solos... - Pato seguía insinuando algo y se notaba por su tono y esa sonrisa de pícaro que decía todo.
- Ya voy - Dije
Sali en tiempo récord del micro y baje con los demás. Ese momento fue incómodo para mí asíque salí intentando disimular la pena, atrás mío venían Pato y Guido susurrando algo que desconozco y riendo.
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