Era hoy, era ahora, el momento de bajar de aquel avión y sentir nuevamente Argentina. Tuve un gran sentimiento de nostalgia y emoción.
Me dirigí a la salida del aeropuerto cuando la vi, vi a mi madre, una morocha de ojos color miel.
Apenas la vi, no pude evitar poner una gran sonrisa y notar cómo mis ojos se cristalizaron junto a los de ella.
Nos dimos un abrazo reconfortante y cómodo, me separé de ella, le sonreí y la analicé con una sonrisa que reflejaba mi felicidad tanto como la de ella.
- Te extrañé tanto, mamá, no sabes lo feliz que me hace volver a vos - dije mientras sentía cómo mi voz se quebraba.
- Yo también te extrañé mucho hija, me alegra verte y abrazarte - me dijo con su voz cálida y su sonrisa tan dulce como ella.
Luego de un rato, nos fuimos juntas al auto y nos dirigimos a la casa.
Al llegar, sentí una profunda sensación de tristeza y felicidad, recordar todo lo que pasé en esta casa. Seguía hundida en mis pensamientos hasta que mi mamá interrumpió mis pensamientos.
- Hija, voy a hacer la comida, ve a dejar tus cosas arriba - dijo de una forma gentil a lo que asentí.
La verdad es que no quería subir, tenía miedo, miedo de arrepentirme, aunque Argentina me traía lindos recuerdos, la culpa que recorría mi cuerpo, pensar en cómo me largué sin explicaciones era doloroso.
Cuando finalmente me decidí a entrar, abrí la puerta y sentí un dolor en el pecho al ver todo intacto, como si hubiera sido ayer la última vez que estuve aquí.
Acomodé mis valijas, al terminar me recosté en la cama, me quedé acostada en la cama por 5 minutos y me senté, seguí observando hasta que mi mirada se dirigió a un retrato... Un retrato mío con aquel amigo de la infancia.
Lo agarré y no pude evitar llorar y ponerme a pensar
¿Él me odia? ¿Me habrá buscado? ¿Qué debió pensar?
Decidí volver a poner el retrato en su lugar y abrí el cajón, fue aún peor.
Había visto la pulsera que compartía con él y el recuerdo de cómo me la regaló vino a mi cabeza; estábamos acostados en el pasto mirando el anochecer.
- Mira, esa estrella brillante que resalta entre las otras es Saturno. Va, eso creo - dije mientras largábamos una carcajada.
- Estoy seguro que ahí no está Saturno - me dijo mientras miraba mis ojos claros a lo que le respondí con una mirada confusa.
- ¿Por qué estás tan seguro? - Él me miró con una sonrisa y se sentó, yo repetí su acción.
- ¿Sabes por qué? - respondió con otra pregunta, yo moví la cabeza diciendo no
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ᴘᴏʀ ᴍɪʟ ɴᴏᴄʜᴇꜱ ┆ 𝑮𝒖𝒊𝒅𝒐 𝑺𝒂𝒓𝒅𝒆𝒍𝒍𝒊 #🪐
FanficIntento de historia que puede salir bien o mal 💗