MISMO LUNAR [MilkLove & LingOrm]

33. Mucha más práctica (LxO)

Mí hermana y Love se habían marchado hace como media hora. Después de ellas Earn y Ciize también se fueron. Orm y yo aún estábamos en la Torre de Namsan, estábamos caminando cerca de uno de sus famosos puentes, nuestro destino era el pequeño mirador del amor. En mi mano, dentro del bolsillo de mi abrigo y de forma secreta llevaba un pequeño candado color palo rosa con una plaquita plateada.

- ¿Crees que Milk y Love...

- No lo sé, cariño - Respondí con un poco de torpeza, estaba nerviosa de ser descubierta antes de tiempo. Además, Orm y yo aún no habíamos dado ese paso en nuestra relación. Extraño para muchos, sin embargo, algo normal para nosotras.

- ¿Ocurre algo? -

Mi novia me conocía tan bien.
Me detuvo en cuanto terminé de hablar. Sus ojos me miraban con tal intensidad que a pesar de los años aún causaba nervios en mí.

- No pasa nada - respondí con una sonrisa y un toque en su nariz. Su manos me detuvo nuevamente.

- Sirilak Kwong - Oh no, cada que Orm utilizaba el nombre que estaba en mí D.I no era una buena señal.

- Cariño...

- Te conozco, sé qué ocurre algo. - Cruzó los brazos y me miró seriamente.

No era nada malo, no quería arruinar mí plan.
Miré hacia la derecha y por suerte no había ninguna pareja en esa zona. Tomé la mano de mi novia y nos conduje hasta donde califiqué como un buen lugar para ambas.

Kornnaphat no se opuso.

- Este es el lugar perfecto - dije orgullosa, mi novia me miró como si no comprendiera mí plan.

Apunté hacia la gran variedad de candados que estaban colocados en aquel largo puente.
Un gran "oh" seguido de palmas y saltitos de alegría me hicieron saber que había comprendido mi plan.
Metí nuevamente mi mano al bolsillo de mi abrigo y saqué el pequeño candado.

- Oh por Dios - exclamó sin creerlo.

Kornnaphat extendió su mano y tomó el pequeño candado de mi mano para poder observar más de cerca y quedar sorprendida ante lo que estaba escrito.

- Nuestros nombres están grabados

- Es muy hermoso ¿Verdad?

- Lo es, claro que lo es - Su pulgar pasó por las letras talladas en color plateado que conforman nuestros nombres fusionados LingOrm.
Sus ojos me miraban con tanto amor que hacía mí corazón latir de emoción.

- Ven, cariño, es hora de colocarlo en su lugar.

- Su lugar por siempre y para siempre.

Lo hicimos juntas.
Desbloqueamos el candado. Yo me encargué de buscarle su nuevo hogar y Orm se encargó de cerrarlo.
Ella al igual que yo sonreía.

- Esto es tan romántico

- Es un hermoso ritual de amor que no podíamos dejar pasar.

- Mi Lingling, ahora estás encadenada a estar conmigo toda la vida.

- ¿Lo estoy?

- Claro que sí, ya pusimos el candado y - Omr urgó en el bolsillo de mí abrigo y tomó la pequeña llave, corrió hasta el barandal y la lanzó hacia el vacío. Elevó ambos brazos en victoria. Regresó hasta dónde me había dejado. Ella estaba muy orgullosa por lo que había hecho. - Ahora no hay nada que pueda retirarlo.

- Oh, mí chica es una mujer precavida - dije juguetonamente mientras la tomaba de la cintura.

- Lo soy