𝗨𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗼𝗿𝗹𝗱 𝗤𝘂𝗲𝗲𝗻 [𝗛𝗮𝗿𝗿𝘆 𝗛𝗼𝗼𝗸] ²

4. ᴡʜᴀᴛ ɪꜰ...?

Alexander miraba preocupado a su hermana, apoyado en un mástil del barco, sabía a la perfección que ella no había dormido en toda la noche por estar pensando en tantas cosas. Mentiría si dijera que no le había afectado el saber que tenían un hermano mayor, pero él había aprendido a vivir sin que le importara lo más mínimo cualquier cosa sobre su madre, Aleia al contrario no

Estaba sentada en el borde del barco, con el báculo de Jack Frost en sus manos, si supuestamente funcionaba con su madre, tendría que funcionar con ella también. No había dejado de pensar en ello toda la noche ¿Por qué ella se había quedado con Kristen y con ellos no? ¿Que hubiera pasado si la isla no se llegaba a crear? ¿Los hubiese aceptado en su vida? ¿Ella se arrepentiría de haberlos abandonado?

—de ser tú, yo tendría cuidado— dijo una voz sacándola de sus pensamientos— no me apetece que seas tú la que se convierte en comida para peces

Aleia giró su cabeza observando al hijo de Garfio apoyarse a un lado de ella, rozando sus hombros, soltó una risa sarcastica y volvió su vista al báculo

—¿Ahora eres un romántico, Hook?

—depende ¿Quieres que lo sea?

Harry acercó su rostro al perfil de la platinada, provocando que cuando ella voltease, quedasen los dos a pocos centímetros. Ambos podían sentir la respiración del otro chocar contra su rostro, mientras Aleia se dedicaba a admirar cada detalle de las facciones de Harry, él se encontraba perdido en sus ojos, siempre le había parecido fascinante como se mezclaban los colores de su iris, era fiel creyente de que podría hechizar tan solo con ellos

Pero toda la atención que Aleia tenía hacia él se esfumó cuando dos piratas traían a Kristen y Ben, dejándolos atados en el mástil donde anteriormente Alexander estaba apoyado

—¿Por qué no me lo preguntas más tarde?— se limitó a responder la chica

—no se responde a una pregunta con otra pregunta— jugueteó con su garfio con un mechón de su pelo— pero no es un "no", lo aceptaré— Aleia sonrió negando

—pierdete, Hook, o me veré obligada a llamar a Tic-tac

El pirata soltó una pequeña risa y se apartó, haciendo una reverencia antes de irse. Aleia bajó del borde del barco y alisó su ropa, mientras sostenía firmemente el báculo. No tenía ni idea de cómo funcionaba, pero lo usaría

—no sé porqué no aceptáis que entre vosotros hay algo— dijo Uma llegando a su lado, refiriéndose a ella y a Harry, ella volteó los ojos en señal de cansancio

—porque no hay nada— dijo frustrada

—¡vamos admítelo!— golpeó su hombro con su puño— Es bastante obvio que os gustáis

La platinada bufó y miró un segundo hacia el pirata, encontrándose con sus ojos azules observándola en todo momento, ante esto apartó la mirada y volvió a la conversación con su mejor amiga