Días después.
Dormidos en nuestra cama, yo estaba de lado, recargada en el pecho de Layne y bajo su barbilla. Él me abrazaba por la espalda y tenía puesta una mano en mi barriga, porque así yo me sentía más protegida por él y Layne sabía eso.
Me había dormido con su reconfortante calor y él no quiso apartarse de mí y aprovechó también de tomar una pequeña siesta.
De pronto, me sentí mal y empecé a quejarme en sueños.
—Mmh... Ahh...
Layne me escuchó y abrió lentamente los ojos.
—Ahh...
Me toqué la barriga y él se enderezó para verme.
—Cariño ¿Te sientes mal?
—... ¡Ahh! — se alarmó.
—Mi amor — me ladeé con dificultad para verlo.
—... No me siento bien...
Se me llenaron los ojos de lágrimas y Layne acarició mi barriga.
—¿Te duele?
—...Si...Mmh...
Me recargué en su pecho y volví a quejarme de aquel horrible dolor. Él besó mi mejilla y tomó mi mano.
—Tranquila. Respira hondo, yo lo haré contigo ¿Sí?
—Ok...
Así lo hice e inicié las respiraciones profundas y él me acompañó con ellas. Me miró atento.
—¿Aún quieres que sigamos adelante con lo que habíamos hablado? — me vino otra fuerte contracción.
—...Si... Solo quiero que tú me ayudes a dar a luz a nuestro bebe.
—Ok. Iré a preparar el agua caliente y a traer unas toallas.
—... Me duele mucho...
Las lágrimas me corrieron por las mejillas y Layne se aproximó otra vez a mí y tomó mi rostro con cariño.
—No temas, todo saldrá bien. Solo confía en mí.
—... Confío en ti — me sonrió.
—Perfecto — besó mis labios — Vuelvo en menos de los que esperas.
—... No te demores, por favor...
Fue rápido a hervir el agua y a traer toallas y ropa seca para mí y la de nuestro bebe y a mí doliéndome mucho, di un grito del que él pudo oír y solo pensó en mi con amor.
—Resiste un poco más, amor mío...
Entró con las cosas a nuestro dormitorio y me escuchó quejarme por los dolores de parto y rápido se me acercó a la cama.
Yo lo vi con agonía y Layne acarició otra vez mi rostro.
—Tengo todo listo, mi amor.
—... Son muy dolorosas las contracciones.
—Déjame ayudarte.
Me ayudó a enderezarme un poco y me acomodó unos cojines en la espalda. Advirtió que yo estaba aterrada y se sentó junto a mí; yo volví a gemir y él tomó mi mano con cariño.
—Todavía estamos a tiempo para llevarte a la clínica.
—No. Solo te quiero a ti conmigo en el parto — me sonrió.
—De acuerdo. Él ginecólogo nos dijo que no había problemas en que tuvieras a nuestro bebe aquí en el departamento y que yo te ayudará, así que nada malo va a pasar ¿De acuerdo? No tengas miedo, mi amor.
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Te quiero junto a mí (Layne Staley)
FanficMargarita ama en secreto a la estrella del Grunge, Layne Staley, quien hace muchos años falleció, debido a su adicción, pero ella obstante, no le importa que él ya no esté en este mundo, más su amor por él crece día tras día, pero muchas veces se le...