Capítulo 1

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Capítulo narrado por el Duque Sirius.

Hoy no era un día fuera de lo común, otra bella mujer caía rendida a mis brazos, esperaba con ansias su llegada.
No podía esperar a que llegara y mire mis ojos, cayendo a mis pies como las demás.

Por un contrato prohibido con un demonio, todas las mujeres que me ven caen en un encanto… (las mujeres y cierto pelinegro de ojos oscuros)

Hoy, venía a visitarme la novia de un amigo, que estaba fuera del país.

Esperaba sentado en la silla tipo trono de la sala, con el único hombre del harem en mi regazo, dejando que juegue con su cabello negro.
Yo tocaba sus muslos como si fuese mi derecho hacerlo, y lo era, toda alma que viva bajo este techo me pertenece, pero hay algo en el que me hace amarlo más que a las demás mujeres de mi harem.
Supuse que debió ser por su habilidad en la cama, o por sus delgadas piernas que me volvían loco.

Nuevamente hoy, una dama viene a mi castillo, es tan hermosa, que la robaré

El joven en mi regazo gime ante mi toque en su espalda baja, acarició su pálida piel por encima de la ropa que todas usaban. Su piel pálida era suave ante mi tacto y con cada toque se erizaban sus brazos y muslos. Una mujer detrás mío sonreía mientras acariciaba mi cabello, yo solo me centraba en tomar a ese chico de ojos ónix entre mis brazos.

Todas las mujeres de mi harem estaban haciendo cosas distintas, unas pintaban, otras solo se sentaban a leer libros, entre otras cosas.

Cuando una de las mujeres corrió hacia el enorme salón, alejé mis manos de la cintura de mi amado Severus y este reprochó con un quejido.

— ¡Amo mío! ¡La nueva chica ya ha llegado! —  Exclamó con una sonrisa la bella mujer de ojos azules intensos y cabellos rubios hasta la cintura.

— Dejadla entrar — Ordené, sintiendo como el joven pelinegro se ponía de pié y se alejaba con velocidad al igual que las demás mujeres.

Mi ropa siempre formal, no era como la de las mujeres y la del joven que tenía a mi poder. Ellos vestían una túnica levemente rosada, el joven tenía una túnica verdosa grisácea y todas las túnicas tenían bordes negros. Todos iban descalzos.

Cuando ya todos habían ido a él  sótano de la mansión (que era demasiado acogedor como para ser un sótano) solo quedaron dos mujeres que abrieron las puertas y de ahí salió la bella Lily Evans.

— Sirius… — Dijo ella con un tono un poco sombrío.

— Duque Black — Corregí con una sonrisa en mi rostro, aún estando en mi trono y ella parada a demasiados centímetros como para contarlos. Yo me puse de pié y caminé hacía ella, cuando quedamos cara a cara, tomé su mano y la besé.
Retrocedo un par de pasos y extiendo mi brazo.

— "Ven, ¿bailamos?" — Dije mirándola a sus ojos, mi boca solo pudo susurrar un par de palabras y mis ojos azules se tiñeron de plata, un brillo de miedo en los ojos de Evans fue lo que me mostró que estaba funcionando el efecto del hechizo.

Su miedo se volvió excitación cuando mi boca se selló y extendí mi brazo nuevamente.

— "Ven, ¿bailamos?" — Repetí sonriente mientras ella aceptaba con una sonrisa mi mano, nos unimos en un abrazo y…

El delicioso libido la enloquecerá. La fina espada a la que será adicta.
Sangre y sudor uno solo se volverán, creando así unas finas gotas purpuras
Una vez que la despoje de su ropa, jamás volverá a esa vida aburrida…

Cambiemos a la perspectiva de Severus…

Mi mente me engaña de nuevo, desconozco por completo el como acabe aquí o porqué vine, pero no me desagrada esta vida.

Estaba arreglando me el cabello como al duque Black le gustaba, con ayuda de algunas de las mujeres del harem. A él le encantaba cuando me hacían peinados un poco extraños a mí gusto, pero mientras el esté satisfecho todo me vale.

Estábamos hablando alegremente, éramos como dieciocho contando conmigo, pero solo eramos cinco frente a uno de los espejos.

— Es hijo único, su hermano Regulus falleció en extrañas circunstancias como sus padres y algunos de sus tíos — Decía una chica, su nombre era Nora y tenía la piel morena y el cabello largo.

— Es muy lujurioso, llega a ser raro algunas veces — rió una de sus amigas que estaba acomodando mi pelo con una rosa.

— Toda mujer que le guste acaba en su sótano — la chica rubia me miró por el reflejo del espejo — ah, y todo Severus que guste también — Y así era, el sótano era bastante grande, cambiamos todos allí.

— Y así construyó su harem — terminó una pelinegra que estaba de rodillas apoyando su brazo en mi pierna mientras se maquillaba.

— ¡Listo! — cuando Pandora soltó mi cabello pude ver el resultado. Era algo simple pero hermoso a la vez. Con una rosa en el medio y atado.

— Te superaste a ti misma, Pandora — Dije con una sonrisa mientras ella se colgaba de mis hombros abrazándome.

La noche fue un poco larga, si prestabas atención se escuchaban los gemidos de la chica nueva.

A la media noche, las puertas del sótano se abrieron, mostrando al Duque con la nueva mujer que traía a su lado, con la ropa que todas usaban.

— ¡Lily! — Ella me miró y corrió a abrazarme.

— ¡Severus! ¡Creí que estabas desaparecido! — Me abrazó con más fuerza, el Duque sonrió y tomó del brazo a una doncella cerca de la puerta.

— Me honra presenciar este hermoso reencuentro, pero ahora creo que debería de divertirme un rato más — La mujer sonrió y caminaron hasta la habitación del duque.

Yo y Lily nos pusimos al día con la vida del otro. Le expliqué lo que podía y no hacer, lo que le gustaba a Sirius que hiciéramos y a qué horas era más propenso a ponerse calenturiento.

Ahora somos 19 contando conmigo y con Lily, al rato Pandora se la llevó para pintarle las uñas con decoraciones de conejos y flores.

Hola soy yo de nuevo
Si no murieron de cringe hasta ahora, suerte para el siguiente capítulo.
Se me cuidan 💌 🫀

Dance with Asmodeus [Song-fic Snirius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora