Al día siguiente hice la misma rutina de siempre, me levanté, mire a Nicol por un momento, me levanté, me di un baño, me cambie, hice el desayuno, termine de desayunar, me vesti y luego salí del hotel, Nicol se quedó en casa, desde que su cáncer empeoró no le gusta salir a la calle.
Estaba caminando por las calles de L.A e iba viendo lo nuevo que era todo, todo había cambiado, decidí que iria al viejo parque en el que Am y yo jugabamos.
Camine y camine, al fin llegué a aquel parque, estaba solo como lo recordaba, una que otra persona leyendo un libro o mirando simplemente su teléfono, había una joven tirando tiros libres a aquella canasta que me traía muy buenos recuerdos, y aquella banca desocupada en la que me sentaba todas las tardes al terminar mi jornada en el trabajo del restaurante.
Me senté en aquella banca recordando viejos tiempos, ahora había sombra pues había un gran árbol que cubría con su sombrera toda la banca en la que estaba sentada.
Mire en aquel callejón en donde vi a... Vi a aquella mujer de morado tirar un periódico, no se si fue el destino o... Dios que difícil es pronunciar su nombre, en fin o solo aquella mujer quiso tirar basura sin ser descubierta.
Tomo varias fotos para mi proyecto nuevo que estoy construyendo, para mostrarles las maravillas de los Ángeles a otras personas del mundo.
Tomo varias fotos que salen muy bien, le pido a aquella chica del balón que si le puedo tomar una foto y ella asiente, lo hago y la foto sale perfecta, le paso la foto pues le gustó y ssi me la pasé toda la mañana y un poco de la tarde.
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Llegué a aquel restaurante en el que años atrás trabaje, en el que le di una cachetada a aquel hombre que me manocio y por su culpa me corrieron.
Suspire y seguí caminando, llegué al centro de la ciudad el lugar más exclusivo, iba caminando tomando fotos a todo lo que veía, en eso alguien me chocó y tire la cámara cayendo yo también al piso y en ella un monton de papeles.
-tenga cuidado!- grita a...aquella voz que tanto conozco.
Giro mi cuerpo lentamente mi cuerpo aún en el piso y logro visualizar de pies a cabeza una mujer vestida de morado y cabello naranja rojo mirándome furiosa.
-lo siento, no era mi intención- le digo yo levantandome y luego ayudandola a levantarse- tenga sus hojas- le digo tratando de no perderme en sus ojos.
-te conozco?-pregunta y yo niego- espera tu...-trato de no mirarla- tu eres Sam?-pregunta algo confundida y curiosa y yo asiento lentamente- eres una mentirosa y dices no conocerme niña insolente- me dice fría- pensé nunca volver a verte sam- dice abrazndome- te quiero pe....-la callo y le digo.
-ya lo pasado pasado, yo ya te olvide-mentira jamás la olvide a pesar de amar a Nicol- lo nuestro término desde el día que tú comenzaste a mentirme- nunca termino, solo es complicado - eh dejado de amarte- no es verdad todavía te amo y no sabes cuánto- es mejor que me valla-no me quiero separar ni un segundo de ti- nos vemos.
-tienes razón, tu y yo ya no somos nada, adiós cuídate Sam- no es un adiós si no un hasta pronto de eso estoy segura.
La vi alejarse doblando la esquina y yo, yo me quedé ahí parada como una tonta, esperando que el tiempo se detuviera e ir a buscarla, mis corazón y mi alma querían ir a buscarla, pero mis pies no me respondían para corres tras ella, aún la amo y no saben cuanto, pero es mejor así, ella me hizo daño aunque yo también le hice lo mismo, un cucharada de su propia medicina, en fin, es mejor así, yo tengo una vida y ella debe tener la suya, ahora me encontró caminado al hotel.
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Llegué a casa un poco pensativa, mirando a la recepcionista, mirando a todos lados y ahí estaba, una cabellera color naranja rojizo, rasque mis ojos y cuando lo hice ya no estaba ahí, lo que supuse fue algo que yo sola me imaginé así que cuando gire mi cuerpo ahi la vi, parada frente a mi, mirándome con una cara traviesa y yo solo volvi a girar mi cuerpo y cuando iba a dar un paso ella me agarro del brazo.
-me estás siguiendo acaso?- pregunta con voz sería.
-por que te seguiría?-pregunto- solo vine a mi departamento que por cierto está en este hotel, así que no, no te sigo, nos vemos Venable- dirigiéndome al ascensor y ella tras mío- tu eres la que me está siguiendo- le reprocho.
-no es verdad, solo voy a ir a mi piso, así que pica ya el botón que odio los espacios cerrados por mucho tiempo- me dice.
- claustrofobia jaja-rio yo- le tienes miedo a santa claus- río de nuevo y ella me da un bastonazo en la cabeza- era broma, lo siento- le digo.
Así pasamos un buen rato, ella y yo calladas, era incomodo pero era mejor no hablar con ella, no quería caer de nuevo en sus redes, no ahora que e encontrado la felicidad y tengo una hermosa mujer a mi lado y una hermosas hijas.
Llegamos al piso, bajamos las dos, al parecer el destino era cruel, pues parece que vivimos en el mismo piso, saco mis llaves y cuando voy a abrir mi puerta llega Venable quien abre su puerta que está al frente de la mía, valla ironía de la vida.
-cuando te mandaste- dice Venable y yo luz miro.
-hace unos días, tu?- pregunto.
-ayer en la noche, tengo una presentación, en una empresa cerca de por aquí y es mejor estar cerca de ella, tu por qué estás aquí?-pregunta.
-yo? Yo solo vengo a visitar viejas amistades y por su puesto a la boda de América, quien se casa en dos semanas- le digo sonriendo.
-ah si claro, ya sabía que América sé casaría, por cierto soy una de las damas de honor- dice Venable sería.
-es enserio- digo en un susurro.
-¿dijiste algo?- pregunta y yo niego - bueno nos vemos, fue un placer hablar contigo sam- me dice y luego de eso entra a su habitación y yo también hago lo mismo.
Me encontró con Nicol quien trae a Diana en brazos y la pequeña Alice anda en su andador quien va caminando por toda la casa y yo sonrío al ver la escena, ayudó a Nicol a cargar a Diana y le digo que se siente.
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