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24 de julio, 2023
Gabito Ballesteros

- ¿Cuánto falta? - preguntó mi Sofi modorra. Habíamos despertado temprano para tomar el vuelo hacia Hermosillo y recién llegamos tomamos carretera para irnos a Cumpas. Todo el vuelo se la pasó dormida y en el carro también.

- Ya casi llegamos, chula - avisé tomando su mano y dejando un beso en ella, pude sentir como su cuerpo se tensó - ¿estás nerviosa, amor? - pregunté despegando mi mirada del camino y dirigiéndola hacia ella, asintió lentamente con la cabeza.

- Es que... - soltó un suspiro - ya sé que no los veré pero se siente raro venir - explicó jugando con mis dedos.

- Nos podemos regresar... - no me dejó terminar.

- No, Gab, si quiero estar aquí - se apresuró a decir regalándome una linda sonrisa.

- ¿Segura? - ella asintió rápidamente - no quiero que te sientas mal, amor - lo último que necesitaba era que la familia de Sofi la hiciera sentir mal.

- Todo está bien, amor, ni siquiera se van a enterar de que estoy en Cumpas - respondió encogiéndose de hombros, hice una mueca - de verdad, Gab, no te preocupes.

- Pero si en algún momento te quieres regresar lo hacemos, mami, lo que tu digas se hace - avisé dando un ligero apretón a su mano.

- Gracias, Gab - dijo abrazando mi brazo y recargando su cabeza en el, dejé un beso rápido en su cabeza - pero de tu casa ya no me vas a sacar - añadió divertida haciéndome reír.

- Yo tampoco creo que te dejen irte, amor - ella soltó una risita - primero me corren a mi - añadí, ambos reímos.

- Perdón por no hacerte compañía, me quedé dormida - dijo haciendo un puchero.

- No pasa nada, chula, ¿cómo dormiste?

- Muy bien, tenía mucho sueño - habló mientras se acomodaba de nuevo en el asiento - si te descuidas, me vuelvo a dormir - añadió haciéndome reír.

- Se me hace que no vas a poder, amor, ya llegamos - dije dando vuelta en la cuadra de mi casa.

- ¿Estás emocionado de ver a tu familia? - preguntó con una linda sonrisa - yo si.

- Mucho, amor - respondí dejando un beso en su mano - pero estoy más emocionado de que vean que vienes conmigo - su sonrisa creció.

En cuanto entramos al porche de la casa mi familia salió de la casa a recibirnos con una gran sonrisa, misma que creció al ver que Sofi venía conmigo. Al bajar del carro mis hermanas corrieron a abrazar a Sofía, ella las recibió gustosa, atrás de ellas estaban mis papás y Ale con mi sobrino en brazos.

- Hola, ama' - saludé abrazándola.

- Hasta que por fin nos traes a Sofía, Gabriel - habló mi mamá haciéndome reír mientras saludaba a mi papá.

- Pa' que ya me dejen de regañar - dije divertido mientras saludaba a Ale y cargaba a mi sobrino.

- Hola, Sofi, ¿cómo estás, mi niña? - saludó mi mamá a Sofi, quien le devolvió el saludo muy feliz, al separarse saludó a mi papá y a Ale.

- ¿Y ustedes no me van a saludar? - reclamé viendo a mis hermanas, quienes rieron y se acercaron a abrazarme.

- Préstame a Axel - pidió Sofi con un puchero extendiéndome los brazos.

Ya Corazón | Gabito BallesterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora