Después de que el rubio saliera del aula, Sunghoon continuó en esta ya que quería dejar al menos las medidas de la arcilla en el tubo.
Fue por una cubeta dirigiéndose hasta atrás del edificio donde se encontraba una gran fosa donde preparaban el material para las clases.
Tomando una pala comenzó a golpear la arcilla buscando que esta sea moldeable otra vez.
Lo que rondaba su mente en ese momento era en que concepto haría la escultura de Sunoo, no podía dejarla con solo el rostro de este ya que la idea de proyecto final no podía ser tan sencilla.
Detuvo el movimiento de sus manos y acomodó su cabeza sobre el palo de la pala. Comenzó a pensar en el rostro del rubio, era suave al tacto por lo que podía deducir que se cuidaba bien el rostro o tenía muy buena genética. Sus ojos son grandes en comparación a la mayoría de asiáticos, inclusive sus pestañas, estos quedaban perfectos a la forma de su rostro; sin contar que tiene una nariz de un tamaños proporcional a su rostro, también sus labios rellenos.
—¿Acaso lo esculpieron al nacer? —inclusive las esculturas más bellas del renacimiento no poseían tan buena estructura facial, siempre al estudiarlas uno se podía dar cuenta de ello. Para el pelinegro era sorprendente encontrar alguien así o tal vez está viendo más perfección de la que realmente hay, no sabría decir pero tendría que hacer un buen trabajo plasmando el rostro del rubio.
( 💕 )
La luz del sol comenzaba a llenar el gran campus universitario, eran casi las siete de la mañana. El lugar aún se miraba desierto para ese momento, unos pocos alumnos estaban en el lugar, entre ellos se encontraba un pelinegro caminando de manera perezosa.
Con su mano tapó su boca cuando un bostezo salió de esta, talló sus ojos intentando esfumar el sueño. Los miércoles le tocaba ordenar el aula y preparar un poco de yeso antes de que sus compañeros llegaran.
Ese día se encontraba más cansado de lo habitual ya que se había quedado hasta un poco tarde haciendo el boceto de la escultura, aunque solo comenzó con la forma y sus elementos básicos tardó un poco más ya que quería ser preciso.
Tomó un sorbo de su amado café americano buscando que le brindara energía.
—Buenos días —Jungwon apareció a su lado, su buenos días sonó más un "quiero huir" ya que también le tocaba limpiar el aula.
—Hola. —respondió sin ánimos. Dando sorbos al café, ya que el más alto también se compraba su americano cada vez que les tocaba asear.
Una vez en el lugar dejaron sus pertenencias en sus respectivos puestos. Los grupos para la limpieza estaban conformados por tres personas, sin contar al maestro, dos más habían llegado los cuales compartían el mismo entusiasmo de estar ahí más temprano.
El pelinegro tomó una escoba para ayudar a Kevin, uno de sus compañeros, a barrer el lugar. A los minutos llegó la última pobre diabla a la condena estipulada para los de escultura como Sunghoon decía que se debería llamar el aseo.
Con la chica llegó también el maestro Lee.
—Buenos días a todos —los alumnos respondieron lo mismo pero con menos ánimo que el mayor. Sunghoon juraba que ese hombre tiene más energía que todos en el lugar aún cuando casi le dobla la edad. —Sunghoon, necesito hablar contigo, acompáñame.
Al frente del salón se encontraba la oficina del maestro por lo que se dirigieron hacia ese lugar. Jungwon le dio una mirada confundida al escuchar la petición, Sunghoon solo le dio la escoba siguiendo al mayor.
La oficina no era un lugar grande, era un cuarto con un escritorio y repisas llenas de libros, esculturas pequeñas hechas por alumnos anteriores.
—Toma asiento. —indicó el mayor. —Quería hablar de tu proyecto final. Sé que has tenido problemas de inspiración últimamente, no te pienso alentar con las palabras típicas que dan como si de un momento a otro llegará la idea de tu vida.
El alumno agradeció eso, no necesitaba más presión y consejos de como tener la solución a ese problema. Tenía suficiente con la presión que él mismo ejercía con respecto a ese tema. El profesor Lee era alguien muy comprensivo con los alumnos en este tipo de situaciones.
—A lo que quiero llegar es saber si has empezado con algo para el proyecto final, me preocupa que no lo entregues aunque sea algo sencillo y no tan elaborado.
—Si, haré un busto de alguien, conseguí un modelo así que por ahora me enfocaré en hacer todo de una manera detallista ya que no tengo algún concepto en mente.
El mayor solo asintió con una sonrisa satisfecha. —Muy bien, sigue así.
Sin más el estudiante se retiró regresando a ayudar a sus compañeros con la limpieza. Aunque se sentía aliviado porque no lo presionaran con buscar un concepto para la escultura, él mejor que nadie sabía que presionar a alguien de esa manera solo lo haría odiar el trabajo final.
Sunghoon sabía que podría dar uno de los mejores conceptos para el trabajo final, pero ya han pasado dos meses desde que su inspiración lo ha abandonado. La presión ha hecho que esto suceda, en verdad necesita buscar una manera de dejar eso atrás para que sus ideas fluyan sin interrupción.
( 💕 )
—No debí ponerme tenis blancos. —el rubio caminaba con cuidado en dirección al aula, estaba pasando por el área de las pilas las cuales tenían su piso lleno de barro. ¿No había nadie que aseara ese lugar después de clases?
—Al fin llegas. —estaba tan concentrado en no manchar sus zapatos que al escuchar al pelinegro saltó casi tirando su malteada rosa y lo peor, casi manchando sus zapatos.
—No hagas eso, me asustas. —Sunghoon solo rodó ojos en respuesta. El rubio después de mirarlo con reproche volvió a lo que estaba haciendo buscando como evitar tanto barro. —¿No tienen a nadie que limpie esto? Mis zapatos quedarán estropeados y no me darán devolución en la tienda.
El mayor se cruzó de brazos sin quitar la vista de los movimientos pequeños que hacía el rubio buscando avanzar hasta su dirección. Le resultó entretenido por lo que no evitó reírse; el contrario lo vio con reproche pero siguió con su misión.
La paciencia de Sunghoon estaba comenzando a acabarse, más bien se estaba desesperando ya que sentía que veía a un koala por los movimientos tan lentos del contrario. —Dios, que lento.
Sunoo iba a reprocharle en respuesta, pero vio al pelinegro quitarse su delantal y caminar hasta él sin importarle ni un poco el barro en el suelo. Una vez a su lado Sunghoon tomó la mochila del rubio y se la colocó en su espalda —¿Me das permiso de cargarte? Así no llegarás al aula hoy.
—No soy tan lento, solo que el lugar es un gran charco de barro. —aunque esas palabras salieron de su boca extendió las manos hasta el más alto en señal de que le daba permiso. Sunghoon bufo ¿Tanto orgullo tenía Sunoo como para no decir sí?
Era mejor no perder tiempo, rodeó con una mano la cintura —muy pequeña por cierto— del menor, pasó su otra mano debajo de las rodillas para así cargarlo de manera nupcial.
Unos cuantos pasos y ya se encontraban en el aula, Sunoo al verificar que el piso se encontraba limpio bajó de los brazos del mayor. —Gracias —susurró.
Sunghoon solo soltó un sonido de afirmación, buscó un lugar limpio para poner la mochila del menor. Estaba seguro que no querría que esta se manchara también. —Siéntate en la misma mesa que ayer, solo que esta vez ponla frente a esta; necesito ver tu rostro todo el tiempo.
Sunoo hizo caso a lo dicho, una vez sentado en su lugar tomó un sorbo de su malteada.
Para ser un emo tiene buenos brazos pensó el ahora modelo.
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𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 › sungsun ✓
Fanfic𝐒𝐔𝐍𝐆𝐒𝐔𝐍 || Mimado, divertido, inteligente, rico y rubio. Eran de los terminos más usados para describir a Sunoo y esto a él no le molestaba en lo absoluto ya que era la verdad. Inclusive su apodo es "Barbie" y a él le gusta eso. Muchos han in...