Lazos de dolor

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Hola a todos!
Un nuevo capítulo!

Espero les guste ;)

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Goku despertó de golpe, su respiración acelerada mientras sus sentidos volvían por completo. La pesadez en su cuerpo había desaparecido, y por primera vez en lo que le parecía una eternidad, sentía su fuerza regresar. Pero ese alivio fue rápidamente reemplazado por el peso de los recuerdos de la noche anterior. Giró la cabeza hacia donde estaba 18 y lo que vio hizo que su corazón se detuviera.

Ella estaba tirada en el suelo frío, su cuerpo apenas cubierto por las prendas rasgadas, su cabello desordenado y su rostro pálido. No se movía. La angustia lo recorrió como una descarga eléctrica, y sin pensarlo dos veces, se arrastró hasta las rejas que los separaban, extendiendo su brazo hacia ella desesperadamente.

— ¡18! ¡18, despierta! —su voz, normalmente fuerte y segura, ahora temblaba con una mezcla de miedo y desesperación. Goku sacudió las rejas con frustración, tratando de llegar a ella, pero las rejas de hierro se mantenían firmes.

— ¡Maldita sea! —gruñó, golpeando el suelo con el puño. — ¡18! ¡Levántate! —gritó con más fuerza, el sonido de su voz resonando en el espacio vacío.

Poco a poco, ella comenzó a moverse. Un leve suspiro escapó de sus labios, y su cuerpo tembloroso reaccionó. Finalmente, 18 abrió los ojos, la confusión y el cansancio marcados en su mirada. Lentamente, giró su cabeza hacia él, su brazo estirándose débilmente, tratando de alcanzarlo a través de las rejas.

— Goku... —susurró con voz débil, su mano buscando desesperadamente la suya.

El Saiyajin se inclinó hacia adelante, sus dedos encontrando los de ella. En el instante en que sus manos se entrelazaron, una corriente de energía fluyó desde él hacia ella. Goku, sin pensarlo, comenzó a transferirle parte de su ki, con la esperanza de que eso la ayudara a recuperar sus fuerzas.

—No debiste hacerlo, 18... — murmuró Goku, su voz quebrada por el remordimiento. — Yo... no valía ese sacrificio. No tendrías que haber pasado por eso... por salvarme...—

18, todavía débil pero con una rabia creciente en sus ojos, apretó la mano de Goku con fuerza. —No digas estupideces — escupió, su voz llena de resentimiento. —No es solo por ti... —replicó ella, con esfuerzo. — Es por todos. Krilin... nuestra hija... por la Tierra. —Hizo una pausa, intentando mantener la calma a pesar de su voz entrecortada. — Tenemos que salir de aquí... Juntos.—

Los ojos de 18 se abrieron un poco más, aunque el dolor aún se reflejaba en su rostro, una pequeña sonrisa triste se dibujó en sus labios.

— Goku... —murmuró, apretando un poco más su mano. — Tú... eres la única esperanza que tenemos de salir de aquí. Si no hubiera hecho algo, si te hubieran destruido... no tendríamos ninguna oportunidad—

Goku apretó su mandíbula, sentía el dolor emocional mucho más fuerte que cualquier herida física que hubiera sufrido.

— No deberías haber tenido que sacrificarte de esa manera, son unos malditos—

—Ellos... me usaron, Goku. Lo que hicieron... fue por pura lujuria. — Una chispa de venganza se encendió en su mirada mientras recordaba cada acto de violencia y humillación que sufrió. — Pero te juro que esos malditos pagarán por cada segundo que me hicieron pasar—

El Saiyajin apretó los labios con tristeza. Sin decir más, se retiró el dogui y lo deslizó a través de las rejas, ofreciéndoselo para que se cubriera. Se giró para darle privacidad, su voz suave pero firme.

Lazos de sangre y acero GOKUX18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora