VINO

8

Anoche que vino Adam no tuve pesadillas, no sé si hablar con la doctora y con él ayudó a sentirme mejor pero al menos pude dormir. Me siento menos cansada hoy y eso es bueno, sigo muy preocupada por Gloria, Adam dijo que ella está bien pero no le creo mucho... 

Mientras preparo mi comida, repaso lo que me dijo después de que mencionara que nos conoceríamos más: 

"—No te prometo ser buena persona, pero te prometo que nada te faltará desde ahora; no te preocupes por tus amigos, ellos están y estarán bien, eso si te lo puedo prometer."

Luego de eso se fue y me dejó ahí con más dudas que respuestas. Sé que hoy mi mamá no vuelve pronto, se ha ido con sus amigas de la iglesia para organizar el Viacrucis, gracias al cielo no me pide que la ayude.

No niego que la casa para mí sola es una bendición, pero quisiera tener aquí a mis amigos... Hoy podríamos haber invitado a Gloria para jugar a la Play o ver películas de ciencia ficción o solo chismear y ser nosotros pero en fin, más comida para mí y así está mejor, no me siento bien como para hablar con Ricardo... El sabe que reviví muchas cosas ese día, no sabe con precisión qué, pero lo sabe y no me siento lo suficientemente fuerte para verlo.

Las noticias locales suenan de fondo mientras cocino, el pronóstico del clima dice que será soleado pero que se pronostica niebla por las mañanas. Al menos sé que esa niebla no afectará a mi papá, está en ruta hacia Morelos. Mi comida está lista, unas albóndigas con relleno de huevo duro bien calientitas siempre me animan un poco.

Ya casi es de noche, mi mamá no vuelve y solo estoy en mi cuarto esperando que cuando llegue, no suba a verme o se pondrá a darme un sermón de que debo ir a la iglesia de vez en cuando.

Pongo mi grabadora en modo radio FM y busco alguna estación que tenga música decente, doy con una que dice Radio Disney, ¿Disney?, dejo la estación porque suena música buena, yo no sabía que era posible escuchar a Vico C en radio. No creo ni sé muchas cosas realmente. Me siento en mi escritorio para jugar un poco, me dieron muchas ganas de jugar en esa página de Barbie, me relaja un poco hasta que escucho como la ventana se abre tan de golpe que me hace brincar en mi lugar.

—Te dije que la ventana debe estar abierta siempre, —Adam me mira serio, siento un escalofrío en el cuerpo—, ¿te lo tengo que repetir diario, acaso?

—N-no, perdón... Es que... Aún hay sol y... —Me tiemblan las manos, ante mi miedo suelta una risa burlona y su expresión se relaja.

—Calma, solo bromeo, pero si deja la ventana abierta, a mi el sol no me afecta como a los vampiros, ¿que no ves a Ricardo salir al sol? El sol solo nos debilita con el tiempo, pero tenemos resistencia, cuando nos debilita el sol solo basta con beber sangre o enterrarnos en un agujero para recuperarnos. —Me explica como si eso fuera algo que yo ya debía de saber.

—Ah... Vale... —Apago la computadora aún con las manos temblorosas y la respiración acelerada. 

—Estas sola esta vez, ¿por qué? —Sonríe mientras se acerca a mi. 

—M-mi papá está de viaje y mi mamá está con sus a-amigas de la iglesia, —intento controlar mis nervios y miedo pero mis manos no dejan de temblar.

—La iglesia, hace siglos que no piso una. —Mira a lo lejos, supongo que en sus recuerdos distantes, se ha detenido a lado de mi apoyándose en mi escritorio—. La última vez fue cuando conocí a una bruja que intentó quemarme, ja, fue divertido.