Maknae line 3 | LITTLE SPACE

7

Jimin siempre fue un niño dulce, detallista y sensible, Seokjin creía que era el más delicado entre los tres hermanos a pesar de ser el mediano.

Lo veía guardar sus barbies en el cajón correspondiente cuidando de no despeinarlas, aunque su vista acaparó a la izquierda donde Jungkook guardaba amontonadamente sus muñecos de marvel.

–Koo, Hulk no cabe..

–Si appi, si ca-ca-cabe– pronunció con dificultad.

Koo era tan desordenado, el parecía un pequeño tornado.

–Mmg– un quejido entre sus brazos se oyó y unos grandes ojos azules se asomaron somnolientos.

–Buenas tardes mi cielito– sonrió con dulzura.

Taehyung solo es Taetae, un bebito bastante berrinchudo y especial.

Las largas pestañas revolotearon haciéndole el tan conocido "ojitos" al adulto, este truco consiste en darle una tierna mirada mientras abría y cerraba aquellos hermosos ojitos color cielo.

Significaba una sola cosa, teti.

Para Jin es su debilidad, no le niega nada ante ese truco.

Taetae lo tiene a sus pies.

La camiseta fue levantada por aquellas regordetas manos y de pronto el pezon rosado fue cubierto por la boquita del menor de la familia.

–Appi– Jungkook se sentó agotado en el escritorio infantil.

–¿Si mi amor?

–Con Mimi nos estamos por-portando súper bien– sonrió contento.

–Mmh, si, creo– murmuró lo ultimo ya que hoy en la mañana ambos hermanos habían peleado por quien era el mayor.

Minnie está experimentando el deseo de querer ser grande, aunque ambos padres creían que solo era para molestar a Kookie.

–Entonces, ¿ho-hoy polemos ir a-a complar juguetes?

Por alguna extraña razón su hijo mayor se veía más pequeño cada día que pasaba, su habla estaba retrocediendo y también su comportamiento, no era normal que Jiminnie le gane en alguna discusión y aquello le frustraba al pelinegro.

–Kookie habla como bebé– río el castañito corriendo al adulto para sentarse a su lado –Kookie es bebé con Taetae– tapó su boquita con emoción.

Quizás no era burla, para Minnie era tan raro y bonito ver a su hermanito mayor así.

Jungkook frunció las cejas y se cruzó de brazos, no hay que aclarar que no pudo hacerlo con normalidad, su cruzada de brazos era más un abrazo para sí mismo.

–No te enojes Koo, mejor vamos a decirle a papi que prepare el carro ¿si?

–¡Shi!– exclamaron ambos infantes.

Seokjin sonrió con ternura al pensamiento de tener gemelos.

Deseaba que Jungkookie se comporte más pequeñito.

–Vamos..

–

–Te lo digo, mi conejito está más pequeño de lo normal– murmuró hacía su marido.

Ambos veían detenidamente a sus tres niñitos.

–Mimi tu-tu eshe no– el pelinegro empujó al castaño que frunció sus cejas con enojo –eshe feo.

–Yo quielo hacel pulselas– encogió sus hombros en señal de que no le importaba.

–Niños no peleen– el moreno interrumpió –cada uno llevará el juguete que quiera.

–¡Papi, Mimi quiele llevar juguetito feo!– acusó como si fuera un gran delito.

–¡No es feo, tu feo tonto!– fue el turno de Jiminnie de empujar a Koo.

Jungkook cayó al suelo, vio con sorpresa a su familia.

Su boquita tembló y lloro con fuerza.

Vergüenza y desesperación, el pequeño no entendía porque se sentía tan débil, él jamás se caía con los torpes golpes de sus hermanos.

El es fuerte como Hulk.

–Jimin, ¿por qué empujas a Koo?– Nam cargo al lloroso pelinegro que soltó de sus manitas la pista de tren de madera que había elegido.

El castaño mostró un puchero y lloró con culpa extendiendo sus brazos a Jin que no tardó en cargarlo.

–Tranquilo mi cielo, no tienen que pelear, son hermanitos.

–Kookie dijo feo..

Ambos adultos suspiraron dándole caricias a los infantes y teniendo la vista en Taehyung que jugueteaba con sus deditos dando tiernos balbuceos, a este último no le interesaba mucho los juguetes.

–

Namjoon suspiró por quinta vez y decidió nuevamente golpear la puerta del cubículo.

Se encontraban en un restaurante.

–¿Ya terminaste mi cielo?– volvió a preguntar esta vez recibiendo un inaudible sollozo –Jungkook, ¿estás llorando?

–Pa-pi siento, lo-lo sien-to– lloro con fuerza.

–Voy a entrar amor, ¿qué sucede?

–¡NO, KOOKIE NIÑO MALO!

El moreno frunció las cejas y abrió aquella puerta sorprendiéndose al ver a su niñito de pie sobre un pequeño charco y los pantalones empapados.

–Amor, solo fue un accidente..

–Koo niño gande– sollozó pellizcando sus mejillas rojas por el llanto.

–Ya mi amor, ven– murmuro tomándolo debajo de sus axilas –le diré a appa que traiga la pañalera, quizás haya un pantalón de Taetae que te entre..

Así fue como Jinnie vio llegar luego de veinte minutos a sus dos hombrecitos, Kookie con un enterito de ositos y aunque le quedaba algo pequeño era mejor que usar una faldita rosa de Minnie.

Ambos adultos sabían que saliendo del restaurante deberían pasar a comprar una bolsa de pañales para Kookie..

Hola, había perdido la cuenta sjdjsjsjsj perdón