Rockabye

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“Un perro entró al palacio. Lucía como una nube alegre, muy rápida y ágil a pesar de su figura grande y robusta; su tamaño era intimidante, pero él parecía tan feliz que era innegablemente inofensivo. Fue un caos; muchas personas corrieron tras el canino; sin embargo, todos fracasaron en atraparlo. Los guardias eran demasiado lentos y poco hábiles; claro, sus armaduras no fueron creadas para capturar a un perro; mientras que los sirvientes tropezaron, se cayeron y chocaron entre ellos.

El pequeño niño dentro de mi vientre debió haberse preguntado la razón por la cual su hogar se movió tanto. Lamento mucho si fue incómodo, pero el caos que causó ese animal me hizo reír hasta el punto de derramar lágrimas. El perro hizo todo un espectáculo hasta que vino hacia mí. Frente a mí, movió su cola y me miró con sus ojos azules alegres. Él iluminó mi día después de semanas de miedo y tristeza, así que me senté y acaricié su suave pelaje blanco.

El perro se acurrucó sobre mi vientre mientras se dejaba acariciar. Sentí paz y tranquilidad durante esos dulces momentos. También sentí al niño dentro de mi vientre por primera vez. Llevo más de 4 meses de embarazo, y por primera vez desde que me di cuenta de esto, siento calma.”









—¿Por qué no me dijiste que Sakura Haruka había escapado, Nakamura?

Es como el cielo, cabello tan puro y suave como las nubes que se mueven en la ligereza del viento, combinado con el azul soleado que hay en los días de verano. El dios más venerado, amado por sus preciosas creaciones y repudiado por quienes adoran todo lo contrario que representa. El dios de la vida, a quien los humanos, en su infinita imperfección, nombraron “Umemiya”.

—¿Cómo te diste cuenta? —pregunta el nombrado mientras se levanta de su asiento.

Una divinidad de cabello oscuro y de aspecto formal observa al otro dios. Encargado de vigilar a la realeza, los poseedores de sangre azul y aquel que bendice o maldice a los gobernantes de los distintos reinos, este es el ser que los humanos llaman Kanji. Inteligente y cauteloso, normalmente es la línea que se interpone entre los dioses y los humanos, tomando la tarea de comunicarse con ellos cuando es necesario; el dios menos ambicioso y orgulloso.

—No me respondas con otra pregunta, hace poco te dije que me avisaras cuando el niño saliera del palacio.

Es un lugar precioso en donde habita Nakamura, pero tristemente vacío. Una zona inalcanzable para cualquier humano, lejos de las manos mortales y fuera del mundo conocido, solo accesible para las poderosas divinidades. Los pilares brillan en dorados y celestes. El asiento cómodo es abandonado por su dueño, quien aleja la vista de la esfera de agua y neblina que había estado vigilando antes de percatarse de la presencia del otro.

—Nunca acepté eso, Hajime —Nakamura se para frente a Hajime, a pesar de ser un dios más débil, se mantiene firme—. Sabes que pienso que no debemos interferir directamente en la vida de los humanos. Ahora responde, ¿cómo te has enterado?

La gran esfera de agua se agita mientras la neblina se disipa en un costado. No refleja el lugar, sino que muestra a un rey de ropas lujosas y ojos plateados; el gobernante observa una pintura en silencio. No obstante, ninguno de los dioses le presta atención porque están demasiado ocupados mirándose, tratando de descubrir todos los secretos que guardaban tras sus ojos.

—Me habló —revela Hajime con un suspiro—. Él acostumbra a hablarle al sol o la luna; siempre lo escucho, y hoy me ha dicho que escapó del palacio, acompañado de Suo Hayato.

—Pero él desconoce la existencia de los dioses y nunca te ha rezado. Hajime, ¿cómo puedes escucharlo con una conexión tan pobre?

Nakamura se ha encargado de vigilar a los humanos, con su propio ideal, ha logrado mantener un equilibrio para que los dioses no afecten la vida humana, y para que los reyes no abusen de su poder. Los humanos son frágiles, y los dioses son demasiado poderosos como para dejar que interfieran directamente; no importa si sus intenciones son buenas o malas, el solo toque de una divinidad puede causar un caos.

Adventure Is Out ThereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora