Jungkook se sumergió en un sueño profundo durante la tarde, tras haberse acostado para descansar. En su sueño, el mundo parecía haber cambiado por completo. Estaba en un campo soleado, rodeado de flores coloridas que se mecían suavemente con la brisa. La risa de Taehyung llenaba el aire, y Jungkook se encontraba jugando con él, corriendo libremente, sintiéndose completamente feliz. No había maltrato, no había gritos ni frialdad, solo un ambiente de amor y seguridad.
En el sueño, Jungkook era un niño pequeño, sin las cargas emocionales que lo pesaban en la realidad. Sentía el calor del sol en su piel y la frescura de la hierba bajo sus pies mientras construía castillos de arena junto a Taehyung. Los padres de Jungkook estaban ausentes, y en su lugar, solo había la presencia reconfortante de Taehyung, que lo cuidaba y lo protegía de cualquier tristeza.
Pero como suele pasar en los sueños, la escena comenzó a cambiar. Las nubes comenzaron a cubrir el cielo, y el campo soleado se tornó en un lugar sombrío y desolado. Las risas se convirtieron en ecos lejanos y distorsionados, y Taehyung empezó a desvanecerse de su vista. Jungkook intentó aferrarse a él, pero sus manos solo encontraban vacío.
La oscuridad lo envolvió lentamente, y el campo alegre se convirtió en una prisión fría y silenciosa. Jungkook sintió un nudo en el estómago y un peso en el pecho. Las sombras parecían moverse a su alrededor, susurrando temores que no podía comprender. Su corazón latía desbocado mientras intentaba desesperadamente encontrar una salida, pero cada intento parecía llevarlo más profundo en la oscuridad.
De repente, el sueño se rompió y Jungkook se despertó con un grito ahogado, el corazón palpitándole con fuerza y el cuerpo empapado en sudor. Miró alrededor de su habitación, ahora familiar y segura, pero la sensación de terror seguía apoderándose de él. Se sentó en la cama, sus respiraciones rápidas y entrecortadas mientras lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.
Aterrorizado y sintiéndose completamente solo, Jungkook gritó con todas sus fuerzas. "¡Taehyung! ¡Taehyung, ven por favor!"
No pasó mucho tiempo antes de que Taehyung, que estaba en la sala cercana, escuchara el grito angustiado. Se levantó rápidamente y corrió hacia la habitación de Jungkook. Al abrir la puerta, encontró a Jungkook temblando y llorando en la cama. Sin dudarlo, se acercó y se sentó a su lado, rodeándolo con los brazos en un abrazo reconfortante.
"Estoy aquí, Jungkook," dijo Taehyung con voz suave y tranquilizadora. "Solo respira hondo. Estoy aquí contigo."
Jungkook se aferró a Taehyung, sus lágrimas comenzando a cesar lentamente mientras la calidez del abrazo lo envolvía. Taehyung lo sostuvo con firmeza, frotando su espalda en un intento de calmarlo. Con cada minuto que pasaba, el miedo de Jungkook comenzó a disiparse, reemplazado por la seguridad que solo Taehyung podía ofrecer.
"Estás a salvo," susurró Taehyung, su voz llena de amor y paciencia. "Todo está bien. Estoy aquí contigo."
Mientras Jungkook comenzaba a relajarse en los brazos de Taehyung, el mundo a su alrededor parecía volver a ser menos aterrador. Taehyung se quedó con él, hasta que las lágrimas de Jungkook se secaron y sus respiraciones se volvieron más tranquilas. Aunque la tarde aún era larga, Jungkook sabía que, mientras Taehyung estuviera a su lado, siempre habría un rayo de esperanza en la oscuridad
El abrazo de Taehyung se mantuvo constante mientras Jungkook intentaba recomponerse. El temor y la angustia de la pesadilla se desvanecían lentamente con cada palabra tranquilizadora de Taehyung. Sin embargo, el ambiente sereno en la habitación de Jungkook se vio interrumpido por el sonido de la puerta principal abriéndose, seguido de pasos apresurados que se acercaban por el pasillo.
Los padres de Jungkook, que habían llegado a casa temprano, escucharon los gritos de su hijo desde fuera. Alarmados, se dirigieron a la habitación de Jungkook, sus corazones llenos de preocupación y culpa.
Al abrir la puerta, se encontraron con la imagen de Jungkook acurrucado en la cama, rodeado por Taehyung. La escena era conmovedora: Jungkook lloraba suavemente en los brazos de su niñero, quien lo sostenía con una ternura y cuidado que sus padres no habían mostrado en mucho tiempo.
El padre de Jungkook se quedó en la puerta, paralizado, mientras que la madre dio un paso hacia adelante, con lágrimas en los ojos. La culpa y el remordimiento se reflejaban en sus rostros al escuchar las palabras de Jungkook entre sollozos.
"Quiero el amor de mis padres," dijo Jungkook con voz temblorosa, sin darse cuenta de la presencia de sus padres en la habitación. Las palabras resonaron en el silencio de la habitación, cargadas de un dolor que había sido reprimido durante años.
Al oír esto, los padres de Jungkook se miraron con desolación. La madre, con la voz quebrada, se acercó a Taehyung con una mezcla de respeto y desesperación. "¿Podemos... hablar con él?" preguntó con voz temblorosa.
Taehyung, al ver el dolor en los ojos de los padres, asintió lentamente, levantándose para darles espacio. Se puso de pie, observando cómo los padres se acercaban a su hijo. Su papel de niñero ahora se transformaba en el de un testigo de un momento que podría cambiar la dinámica familiar.
La madre se sentó al borde de la cama, mientras el padre se situaba a su lado. Con suavidad, tomaron las manos de Jungkook entre las suyas, tratando de ofrecerle un consuelo
"Jungkook, lo sentimos mucho," dijo el padre con voz grave, su tono lleno de arrepentimiento. "Sabemos que hemos fallado contigo. No hemos sido los padres que necesitabas."
La madre, con lágrimas en los ojos, continuó "Queremos que sepas que estamos aquí ahora. Queremos hacer las cosas bien. Te amamos, y nos duele verte sufrir."
Jungkook, aún sollozando, miró a sus padres con una mezcla de sorpresa y esperanza. Había esperado tanto tiempo por este tipo de atención y cariño, y aunque no podía entender completamente lo que estaba ocurriendo, el gesto de sus padres lo conmovió profundamente.
"¿De verdad... quieren cambiar?" preguntó Jungkook con una voz llena de duda pero también de anhelo.
"Sí, lo queremos," respondió su madre con firmeza. "Queremos hacer las cosas mejor. Queremos ser el apoyo que necesitas."
Jungkook asintió lentamente, sintiendo una mezcla de alivio y cautela. La presencia de sus padres ahora no solo era un recordatorio de su dolor pasado, sino también de una posible esperanza para el futuro. Taehyung, observando desde un rincón, sintió un alivio de ver que el lazo familiar estaba siendo reparado, al menos en parte.
El momento era tenso, pero también lleno de promesas no dichas y el potencial de sanación. Con Taehyung como testigo silencioso, los padres de Jungkook comenzaron a ofrecerle el consuelo que había necesitado durante años, mientras Jungkook, en medio de sus lágrimas, permitía que la esperanza empezara a florecer en su corazón.
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Mi niñero / Taekook
RomanceJungkook es un adolescente de quince años que ha vivido una infancia marcada por el maItrato emocional y la negligencia de sus padres. A pesar de ser su único hijo, ellos nunca mostraron verdadero interés en su bienestar, prefiriendo delegar su cuid...