ETERNAL SUMMER® [TAEKOOK]

CAPÍTULO VII

25 Junio

Todo iba de lo más normal, era un hermoso día de verano, bastante caluroso pero estaba bien, Taehyung se había levantado temprano porque tenía una misión, conseguir trabajo, necesitaba hacerlo si seguía pasando hambre se iba a desaparecer y no podía permitirse eso, así que una vez aseado y vestido salió de la casa en busca de trabajo, estaba asustado porque era menor aún pero se tenía fe.

Taehyung visitó diferentes establecimientos desde un cibercafé hasta una lavandería, incluso llegó a ir al muelle en busca de algún trabajo pero en todos fue rechazado, unos decían que no contrataban niños, otros que era muy débil para hacer trabajos pesados, el chico ya estaba desanimado tenía toda la mañana buscando y nada.

Estaba sentado en un parque observando todo a su alrededor, vio un enorme almacén pensó que allí podrían darle trabajo, así que se convenció de que iría pero cuando se iba a poner de pie las dudas lo atacaron, ¿y si me dicen que no? ¿Y si nunca consigo trabajo? No puedo estar sin trabajo me voy a morir de hambre, no quiero ser un mendigo.
Taehyung estaba muy ensimismado en sus pensamientos hasta que sintió unas manos posarse en sus rodillas, bajó la vista y vio a un bebé el cual le sonreía dejando ver sus dos pequeños dientitos.

–¡Hola!– Saludó Taehyung al bebé mirando hacia los lados buscando los padres del bebé –¿Donde están tus padres?– preguntó viendo al pequeño.
La bebé solo lo observó intentando entender lo que el chico le decía.

–¡Jiwoo!– Llamó una mujer acercándose a Taehyung y de manera rápida tomando la pequeña –Ay, lo lamento bastante seguro ha de haberlo molestado– se disculpó la mujer.

–No hay problema, no me molestó para nada, su bebé es muy simpático– dijo viendo al pequeño quien estiraba sus brazos para que Taehyung la cargara.

–Gracias, Jiwoo está aprendiendo a caminar, nunca se acerca a extraños es muy raro que se haya acercado a ti al parecer le agradas– confesó con una sonrisa.

–¡Gracias!– agradeció forzando una sonrisa.

–Oye, disculpa la pregunta, ¿pero te sientes bien? Te ves algo triste, ¿te puedo ayudar en algo?– cuestionó al ver la expresión triste de Taehyung.

El mismo siempre era fuerte, siempre dejaba sus sentimientos en casa pero en ese momento a Taehyung se le hizo desconcertante que alguien le haga esa pregunta, es decir, nunca nadie se había preocupado de lo que le pasaba además de su abuela, al escuchar esa pregunta tan sincera que siempre era su abuela quien solía hacerla recordó a la misma, era como escuchar su voz nuevamente, su corazón estaba tan feliz que no se dio cuenta cuando brotaron lágrimas de sus ojos.

–Oh, disculpa, ¿dije algo malo? Perdón no quise-
–No, tranquila no dijiste nada malo, al contrario me siento feliz– La mujer estaba completamente desconcertada de lo que decía el chico– Pero no estoy muy bien que digamos.
–¿Qué te pasa? ¿Me quieres contar? – inquirió amablemente.
A decir verdad Taehyung lo menos que quería era hablar de lo que le pasaba y menos con un extraño, sin embargo, sintió que podía hablar con ella, le daba confianza, de igual forma no tenía familia así que tampoco es como si tuviera muchas opciones, ambos se sentaron en el banco y empezaron a hablar. Taehyung le contó todo omitiendo detalles obvio.

–Lo que pasa es que estoy un poco desanimado– expresó observando el piso.

–¿Por qué?– Cuestionó la mujer.
–He estado buscando trabajo todo el día pero nadie me quiere dar un trabajo y realmente lo necesito.– dijo sin quitar la vista del suelo.
–Oye, pero ¿que edad tienes? Te ves bastante joven ¿y tus padres?– preguntó preocupada.
–Mmm... tengo diecisiete.
– Aún eres un niño, ¿Por qué quieres trabajar a tan temprana edad? ¿Y tus padres?
–No tengo padres– Confesó sin hacer contacto visual jugueteando con sus dedos entre sus piernas.
–¿Pero no tienes a ningún familiar?– Volvió a cuestionar preocupada a lo que el chico solo negó.
–La persona que tenía era mi abuela, ella falleció hace pocos días, estoy solo, no sé nada de mis padres y pues debo conseguir trabajo lo que sea, estaba pensando ir a ese almacén– señaló al frente– a solicitar trabajo.
– Lo lamento mucho cariño, no deberías estar pasando por esto tú solo, pero estoy segura que eres un joven muy fuerte y valiente, sin embargo, en ese almacén no te recomiendo solicitar trabajo, conozco el lugar y no te aceptarán por ser menor. Pero tengo un amigo que tiene una cafetería a unas cuadras de aquí que solicita un repartidor, si te interesa te puedo llevar.