11/6/2024
Para cuando lean ésta carta, yo seguramente ya esté muerto. Colgado, desangrado, malherido o incluso asesinado, no sé, todavía no decidí como voy a suicidarme. El día en el que estoy escribiendo esta carta es el Martes, 11 de Junio, del año 2024. Sí, el día que no quise ir más a clases de guitarra, el día que decidí casi rendirme mientras nadie se dio cuenta porque no hice el más mínimo ruido, el día que realmente decidí cortarme por voluntad propia en un intento de sentir algo. La primera vez que empecé a sentirme así fue hace años, tantos que seguramente ya no lo recuerde en los proximos. 13 de Marzo de 2020, el día en el que empezó la pandemia, el día donde todo comenzó y se derrumbó y desapareció mi mundo. En todo ese tiempo que estuve encerrado olvidé cómo socializar, cómo relacionarme con la gente, "cómo era el amor de mamá". Desde esos días, entendí que ella no disfrutaba de mi compañía, que ella prefería mandarme a cualquier lugar para estar en paz, esto no empezó en esos años nada más, pasó básicamente en todos los recuerdos que YO tengo con vos, solo que no me daba cuenta. ¿Por qué escribo "vos" en vez de "ella"? Porque yo sé que lo estás leyendo, Silvana.