Agencia de Héroes de las Naciones Elementales (Naruto x Bnha)

Cap. 4 Pétalos de cerezos

Uzumaki Naruto nunca había visto esto antes, años siendo huérfano lo protegió del miedo que ha envuelto a cada niño, adolescente y adulto... una madre iracunda y muy atemorizante. El sudor cayó por la frente de Naruto mientras que los antiguos bijū solo lo veían desde detrás de la puerta de la sala principal del templo.

Viendo a su madre, Naruto observó a la pelirroja junto a cuatro mikos que querían tanto observar que pasaba como chismear la razón por la que Naruto estaba en problemas, algo muy poco usual.

Naruto comenzó a reírse nerviosamente, esperando que su usualmente jovial y alegre personalidad atenúe la mirada de su madre... spoiler, no lo hace, en realidad la intensifico.

Naruto tose en su puño. – Entonces... ¿Hoy comeremos ramen...? Una de las mikos me mencionó eso en la mañana... jejeje... –

La miko que le dijo eso a Naruto negó con desesperación, no queriendo unirse al regaño.

Kushina – No finjas locura, jovencito. Te crié bien y hoy descubrí que escapas de la escuela para hacerte el héroe... –

Naruto sudo al escuchar que su madre realmente sabía lo sucedido y aún peor, él tenía una idea, gracias a su padre, como podría ser una Kushina enojada. La preocupación no mejoró al escuchar las dramáticas reacciones de sorpresa de las mikos.

Los hombros de Kushina temblaron levemente. – Tú... te escapaste de tus clases para ir a ver chicas... –

Naruto – Esto... solo fui a visitarlas porque me enteré que Hanabi-chan estaba enferma... – Naruto miente, sabiendo que eso era una mentira, él recién se enteró de eso llegando a la casa de los Hyūgas.

Kushina – Luego te peleaste con unos criminales... – Kushina lo ignoro, apretando sus manos alrededor de sus hombros, temblando.

Naruto alza sus manos en un gesto de escapar de la culpa. – Defensa propia... –

Kushina – Y... y... y mataste... – La voz de Kushina se quebró.

Naruto noto el tono de su madre con nervios. – No tengo... excusa para eso... –

Kushina – Fuiste como... como un vigilante... – Kushina mira a su hijo con los ojos llorosos. – ¡Como un criminal! ¡Mi hijo es un rebelde! –

Naruto se congeló al ver a su madre llorar a mares mientras caía al suelo desconsoladamente, siendo ayudada por las mikos para que no se descontrole. Él vio hacia los lados, viendo a los bijūs para que lo ayuden, pero los vio escapar para evitar ese problema.

Naruto – ¡Esos traidores! –

Naruto solo vio a su madre con preocupación, no sabiendo qué hacer. Sabía que su madre era muy brusca y fuerte para actuar, pero Naruto no considero que esta no era la Kushina normal, ella es una Kushina pacífica que vivió como una miko.

El llanto de Kushina se volvió descontrolando, alterando a Naruto en una gran preocupación.

Naruto – ¡Mamá, mamá! ¡No llores! – Naruto intentó calmar a su madre con desesperación. – ¡Mira el lado bueno, la policía no me encarceló! –

Kushina – ¡¿Y te pones sobre la autoridad policial?! ¡Mi hijo es un rebelde sin causa! ¡Waaaaaaaaaaah! – Kushina sin parar, haciendo que Naruto sude por la situación tan extraña e inesperada.

Naruto suspira, intentando asimilar como era este nuevo mundo y tener esta nueva vida con su madre no le ayudaba. Él realmente no sabía cómo lidiar con el hecho de tener una familia.

Mientras tanto en Tokyo............

Al atardecer se visualiza a una chica joven delgada pero con un físico trabajo de 13 años, con el cabello largo rosado de pétalos de cerezos tradicionales japoneses, de ojos verdes y una frente algo amplia. Su nombre es Sakura.