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Cuatros años avían pasado desde que tome un avión, yo me sentí tan abrumado en un inició ya que en cuanto sentí el ascenso, como mis oídos se aturdian quería saltar del avían, correr a casa de Kai y decirle que jamás lo avía olvidado, que para mi nada fue un juego más que el hablar con Yeonjun de esa tontería, pero en el fondo sabía que lo mejor para el, era que yo estuviera lejos.
Entre más lejos estuviera y menos lo molestara el podría seguir con su vida en paz sin ninguna molestia que yo pudiera causarle. Así que contuve todos mis impulsos intentando pensar en algo que no fuera kai, pero parecía algo inútil por que lo hacía no podía dejar de pensar en el.
Y ese sentimiento empeora con cada día que paso en Inglaterra, pero también empieza a ser algo tolerable así que asisto a mis clases, hago las tareas pero sobre todo no salgo de mi dormitorio o del campus, pero descubrí que incluso en un país extranjero aún me consideran atractivo y me invitan a tantas cosas que incluso invente estar enfermo o ya tener planes con mi novia por videollamada.
Cosas tontas, pero funcionaron hasta Jake, aquel chico no era fácil de persuadir y con su amigo Jay insistían tanto que era casi imposible decir no, así después de mi primer año los conocí volviéndose grandes amigos.
Pero volviendo a lo inicial ya pasaron cuatro años, estaba a tan pocas semanas de terminar la escuela y poder volver a casa, eso me emocionaba además de la ilusión de poder ver a Kai nuevamente, aunque fuera solo por casualidad en la calle eso llenaría mi corazón solo poder ver aquel lindo y pálido rostro.
Jake: ¡Choi Beomgyu!, ¡Marte ya no necesita tu ayuda!, o deja de ser un planeta como plutonio.
Beomgyu: Jake, que deseas, además de molestarme.
Jay: Lleva preguntando un rato que si vendrás con nosotros a la iniciación de los de primero.
Beomgyu: La cicatriz de tu iniciación aún la veo, por que vería como secuestran a los pobres desorientados, los llevan hasta el lago haciéndolos saltar desde el puente, ¿acaso algo bueno sale de eso?, que yo recuerde las sanguijuelas de tus pies fueron difíciles de quitar y la rama en tu hombro te dejo esa cicatriz
Le sonrei Jake señalando su hombro donde aún se notaba la cicatriz de aquélla rama que por suerte no perforó ni profundo ni su sistema nervioso.
Jake: Es la tradición, vamos.
Beomgyu: No va a suceder.
Jay: Si aquel listo va, alguien saldrá peor que el de ese lago, no me dejes solo con el molesto.
Beomgyu: Para algo tu estudias medicina, mal no recuerdo, pero aun mejor si otras sanguijuelas tienen al veterinario de mucha confianza de su lado.
Jay: No es justo, sabes que apenas y pasa con 8 las materias.
Jake: Y de mucha suerte no lo niego, pero ese no es el punto, timón y pumba dijeron "sin precuparse es como hay que vivir" y así viviré.
