CAPITULO XI

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"Mi amor por él se hizo en añicos cuando perdí la esperanza que algún día me iba a amar, fuí todo una ingenua...creía que era mi amor verdadero y destinado, o mi príncipe azul, pero no...el destino se burló de mí"

- Ariadna Hugher (uno de sus fragmentos en su diario secreto)

Pov. Ariadna Hugher

Me levanté lentamente y me dí cuenta que Henry ya no estaba como de costumbre.

Han pasado tres meses desde el día de nuestra boda, cuando él descubrió que no soy vírgen empezó a actuar extraño, pero aún sigue mis esperanzas de que algún día todo volvería a la normalidad, pensé que si me esfuerzo demasiado por él podría amarme nuevamente.

Me enfoqué en el bienestar de mis manadas para evitar el asunto entre Henry y yo.

Antes de irme del castillo, primero me dediqué a dejarle un desayuno a Henry y al Beta Alphonse.

Decidí no desayunar tomando solo agua para poder mejorar mi apariencia.

Salí del castillo y recorrí a varios lugares de la manada Moonlight Wolf, observé a niños jugando por el parque y los saludé con una sonrisa demostrando que todo está bien.

Alphonse me mostró el lugar más marginado de la manada.

- Este es el lugar más marginado de nuestra manada, todo es debido a que ellos son descendientes de la manada rebelde que se pusieron de lado de los chupas sangres-

- pero ellos no tienen la culpa por lo que hizo sus ancestros-

- Lo sé, pero nuestro Alpha se niega a ayudarlos-

- Voy a ayudarlos-

- Está bien, pero debes tener mucho cuidado porque ellos suelen ser muy hostiles con nosotros, yo intenté ayudarlos pero ellos me atacaron-

- No te preocupes, tengo experiencia lidiando con estos tipos de personas-

- Entonces me voy a realizar trabajos acumulados de nuestro Alpha, te deseo suerte en esto-

Cuando Alphonse se fué del lugar, yo sin pensarlo me arriesgué a entrar al barrio marginado donde habían niños, mujeres, ancianos y hombres, con aspecto descuidado y de escasa higiene.

Ellos me miraron de forma hostil con intenciones de echarme de este lugar, es entendible debido a su sufrimiento.

Los niños se acercaron a olfatearme pero me seguían mirando de manera hostil:

- ¿Eres una forastera?-

- Sí, también soy su luna, tengo intenciones de ayudarlos-

- No seas una mentirosa, todos nos decían lo mismo y jamás volvieron-

Los niños estaban apunto de apedrearme, pero yo me acerqué a ellos lentamente.

- Tranquilos, entiendo que desconfíen de los demás, yo también pasé lo mismo que ustedes, sufrí torturas cuando llegué a esta manada por primera vez, aún así no les tengo rencor-

Los niños junto a las mujeres y ancianos se volvieron hostiles conmigo, pero a mí no me importa, estoy dispuesta a ganar su confianza haciendo todos mis esfuerzos.

«Seis semana después»

Los aldeanos marginados poco a poco empezaron a ganar mi confianza, ya que mis esfuerzos dió muchos frutos durante seis semanas.

Me dediqué a mandar a construir escuelas para niños, quemar las casas desbaratadas que producen pestes y diversas enfermedades.

Mandé a mis hombres a fumigar mosquitos, e incluso recolecté hierbas con mis conocimientos sobre la naturaleza para generar medicamentos. Con estos medicamentos logré tratar diversas enfermedades, pero no lo hice sola, pedí ayuda a varios médicos. Todos los aldeanos aprendieron a asearse y vestirse correctamente.

La elegida de la medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora