Mis letras para ti.

Navidad en agosto.

El calor de la capital contrastaba enormemente con las notas agudas del All I Want for Christmas is you que salía de los altavoces de su -nuevo- hogar.

La idea de celebrar, casi por la cara, navidad en pleno agosto no era algo que hubiese entrado en sus planes hace unos meses, más concretamente antes de conocer a la entusiasta de la navidad, Chiara Oliver.

Chiara... No puede evitar sonreír de forma inconsciente al pensar en la cara que pondrá cuando llegue de su viaje express a Menorca. Violeta le había prometido que para cuando pusiera un pie en aquella casa, iba a quedarse con la boca abierta. La verdad era que, haber montado un árbol -y haber colocado los regalos bajo el mismo- y toda la decoración que colgaba del salón, dejaría a cualquiera con la boca abierta. Supone que Chiara merece todo aquello e incluso un poquito más. Todavía tiene el regusto amargo de la vuelta a la academia y como todo ese brillo de ilusión se lo arrebataron de un plumazo. No iba a pensar en errores del pasado, tenía la oportunidad de hacerlo bien y no iba a desaprovecharla.

— Mierda, mierda, mierda...—Masculló abriendo rápidamente la puerta del horno llenando la pequeña cocina de vapor. Los Yorkshire pudding joder, que casi se le queman y mira que Emma ya le había avisado de que no podía distraerse. Claro que estaba cocinando -en mucha menor cantidad- la comida que recordaba que al menos Chiara le había dicho que tomaban en nochebuena porque...¿Qué era la cena de navidad sin la comida?

Una preparación de cena y una decoración después.

Para cuando las llaves giraron en la cerradura, la reportera acababa de encender una de las últimas velas de la mesa. Justo a tiempo, pensó.

— Hey babe...¿Violeta? ¿Qué es todo esto?— La duda tiñe todas y cada una de las sílabas de aquella frase. Claro, ¿quién coño esperaría encontrarse un escenario navideño en agosto? Por supuesto que ella no. Violeta tampoco, pero el amor siempre nos hace hacer tonterías.

 — Bueno... Sé que la navidad ya pasó... Pero también sé —comenzó acercándose a ella y rodeando su cintura— que no fue tu mejor navidad. Que te gusta pasarlo con tu familia y que...Bueno, pasaron cosas que no...
Chiara sonríe, lo hace de esa forma que hace que a Violeta le tiemblen hasta las pestañas y se estremece cuando acaricia sus brazos. —¿Me estás diciendo que has preparado todo esto solo porque pasé la peor semana de mi vida encerrada pensando que había leído mal la habitación?

 — Dicho así es feo, yo lo sé... Pero sí. Y además...Bueno, te he comprado un regalo. Es una tontería, prometido. —Se excusa rápidamente.— Y hablé con tu madre...Dios espero que la comida sepa igual que la suya. Seguí las instrucciones al pie de la letra.

—Vale, vale, cállate. O te voy a besar y voy a olvidarme de toda la comida y solo voy a quedarme con lo mucho que te quiero.

La reportera alza la vista ligeramente al techo. Muérdago, si es que ha pensado en todo. —De hecho si no lo haces... Chiara ríe y Violeta se eleva unos centímetros del suelo antes de que la menorquina la bese con todo lo que tiene y ella tenga que aferrarse a su cadera para no caer.

—¿Vamos a cenar?— Pregunta la morena en un susurro contra sus labios. Entrelaza sus dedos con los ajenos y tira suavemente de ella hacia la pequeña mesa.

Definitivamente, viviría en una navidad eterna con tal de seguir viendo aquella mirada verdosa brillar de aquella forma.

————————————————————————————————————————————————

Holi, sé que es cortito, pero lo escribí en cinco minutitos tontos y creía que os gustaría tenerlo. Gracias siempre por los comentarios bonitos y por darme tanto amor como siempre, es una chorrada but, u know, es de buen nacido ser agradecido. 

Nos leemos pronto, tengo algunas ideas pensadas y otras que me han ido dando, nos leemos, que el arte nos salve siempre y os acompañe a todas partes. 

una besaeta de iaia. <3