INCERTIDUMBRE

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El tiempo era incierto. Adam ya no era consciente de sí habían pasado minutos, horas o días desde que Lawrence le prometió que volvería a por él. Su consciencia iba y venía, cada vez que se "despertaba" podía sentir el dolor de su cuerpo entumecido, la pesadez de la cadena sobre su tobillo, la insensibilidad que se estaba apoderando de su brazo derecho con rapidez, la inanición. Todas esas sensaciones eran las únicas que le indicaban que seguía vivo, no era un sueño.

Ya no sabe con certeza si está cayendo en la locura o es su posible salvación la que parece escuchar a través del silencio de aquel oscuro y sucio baño en el que aquel hombre desconocido le había encerrado después de gritarle ¨FIN DEL JUEGO¨

¿Quiénes discutían? ¿Esas voces eran reales o estaba todo siendo fruto de la imaginación?

-¿Hola?-. Intenta gritar.

Por desgracia, su boca estaba tan seca que las palabras salen como un mero susurro por sus labios. Sopeso la idea de intentar levantarse y tratar de beber agua de la bañera, pero su cuerpo estaba demasiado endeble como para llevar a cabo dicha acción tan básica para cualquier otro ser humano.

Su corazón retumbaba con fuerza sobre su caja torácica, nota como el aire se vuelve cada vez más pesado. Intenta suplicar por ayuda, pero su cuerpo le arrastra de nuevo hacia la inconsciencia en contra de su voluntad. Las lágrimas descienden por sus mejillas antes de sumirse una vez más en la oscuridad.

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A UN CORREDOR DE PASILLOS DE DISTANCIA:

Desde que Lawrence se quedó a solas con Amanda aprovecho el momento para desatar todas las fuerzas que le quedaban. Por muy debilitado que se sintiera, estaba decidido a cumplir su promesa. Su amputación medianamente tratada le estaba resultando una tortura, una montaña rusa de dolor. La mujer intentó aplicarle un calmante, pero sin John o Mark apoyándola fue un objetivo muy fácil de tirar al suelo para el doctor.

-¿Vas a seguir comportándote como un niño pequeño? -gruñe mientras se aparta el pelo de la cara-. Quizás debería informar de tu nuevo estado de rebelión a John. Tal vez comprenda que no has aprendido nada, él sabrá qué hacer contigo -amenaza.

-¡Estáis jodidamente enfermos! ¡Habéis puesto a mi familia en peligro, ¿para qué?! ¡¿Para que aprendiera a apreciar lo que tenía?! Si yo no hubiera matado a ese pobre chico como teníais planeado, Zep podría haber asesinado libremente a una mujer y una niña pequeña, totalmente inocentes. Ese desgraciado apareció poco después de que el tiempo establecido terminara, ¿y sabes qué? A pesar de haber disparado a Adam, cuando vio que Zep tenía la intención de ejecutarme no dudo ni un segundo en atacar para salvarme.

-Quizás ese ha sido su error. Ha asesinado a una persona.

-¿Te estás oyendo? ¡Es justo lo que estáis haciendo vosotros ahora mismo dejándolo allí pudriéndose en la oscuridad! Pero se acabó -sentencio, saltando de la cama al suelo dispuesto a arrastrarse-. Pienso cumplir la promesa que le hice, voy a sacarle de allí os guste o no. Él merece vivir -le grita con sufrimiento.

Comienza a deslizarse sobre su propio peso hacia el pasillo. Amanda trata de detenerlo, agarrándole de su pierna izquierda, pero con habilidad se deshace de su amarre y le proporciona una patada en el estómago. Debido al brusco gesto, no puede evitar soltar un quejido de dolor.

-¡Para, no puedes hacer eso! ¡Va contra las reglas del juego! -intenta detenerlo.

Ambos forcejean en mitad del pasillo por el que el doctor Lawrence Gordon trata de llegar hasta Adam. Amanda sopesa la idea de agarrar la jeringuilla que tenía a pocos metros, pero en su lugar decide sentarse en el suelo con pesar, se abraza las rodillas y agrega:

-¿Crees que yo quiero esto para él? ¡Yo también quiero que Adam viva! -sentencia entre lágrimas.

Lawrence se gira y la mira a la cara, totalmente incrédulo ante la situación.

-Tú fuiste quien le llevo hasta ese baño, te oí hablarlo con ese detective.

-Fueron órdenes de John, yo nunca le elegí. Puede que solo intercambiara un par de frases con Adam, pero fue suficiente para darme cuenta de que no merecía estar en el juego -se sonroja al recordar su encuentro en las escaleras.

Allí donde la elogio por su peinado, la primera vez que una persona le halagaba desde hacía años, que la había apreciado, con la que fue cortes. Se sintió como una mierda cuando no pudo decirle la verdad de porque estaba en aquel edificio de apartamentos. Quería gritarle que huyera lejos, pero eso iba en contra del plan establecido.

-Entonces déjame ir por él y no te interpongas en mi camino.

Lawrence retoma la marcha cuando escucha a Amanda alejarse, pero no pasa mucho tiempo hasta que vuelve con un bastón y una linterna hasta su altura.

-Vuelve a la cama. Iré yo -sentencio.

SAW (RENACIMIENTO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora