Mob Psycho 100 - One Shots

Shigeo Kageyama

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The boy is mine
Parte 1
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Aviso: Mob Extrovertido.

T/N pov:

Shigeo Kageyama y Takane Tsubomi son una pareja muy extraña. En un momento parecen ser la típica pareja empalagosa que se ama con mucha fuerza pero al siguiente pueden estar gritándose insultos, esto casi siempre pasa en la cafetería de la escuela.

Aunque tenemos 17 años ambos parecen ser una pareja de casados, casados cuyo futuro está por convertirse en un divorcio. ¿Que es lo peor? Que Tsubomi ganó el "título" de "popular" desde el primer momento en el que entramos a esta preparatoria y ahora que Shigeo es su novio ahora es el chico más deseado, superando así a su pequeño hermano Ritsu en popularidad con las chicas. ¿Lo malo? Parece que el no quisiera ese título, cada día parece que las chicas se forman en fila para hablarle aunque sea sobre lo mas mínimo.

En cuanto a mi, no soy la más popular pero tampoco soy invisible, digamos que soy agradable ante los demás y varios me tienen aprecio, incluso soy "amiga" de Takane y Shigeo.

(...)

Un día normal en la cafetería, mis amigos y yo estábamos almorzando y platicando como siempre hasta que comenzó el show, Tsubomi reclamándole a Shigeo nuevamente sobre una supuesta infidelidad.
Simplemente intentamos ignorarlo hasta que Takane hizo una escena aventandole al pobre Mob una caja de leche la cual explotó y por supuesto ensució a los que estábamos cerca, me incluyo.

- Oye Takane, que tengas problemas con tu novio no significa que con los demás también.— me levanté para reclamarle enojada por haber ensuciando mi uniforme.

- No te metas T/N, invisible de mierda.— dijo sin más y se fue del lugar.

- Lo siento tanto. T/N— Me dijo el adorable Shigeo mientras me ayudaba a limpiar el uniforme con una servilleta.

- No no, tu lo necesitas más.— Dije intentando cerrar la conversación.

- Ven, te acompaño al baño.— dijo mientras tomaba mi muñeca dirigiendonos a los tocadores.

Al llegar se metió al baño de chicas como si nada, verificó que no hubiera nadie y cerró la puerta.

- Oye Mob, no creo que sea buena idea que nos encierres a ambos aquí.— Le dije mientras veía como se quitaba su saco de la escuela seguido de su playera, dejando al aire sus marcados y trabajados músculos.

"No es mucho, pero lo que tiene lo hace ver taaaaan bien" "¡¿que mierda?! Malditas hormonas" pensé, hasta que él me sacó de mis pensamientos.

- Estamos en el tercer piso, nadie quiere venir a estos baños porque están muy lejos.

- Ya veo.— aparte la mirada con un claro sonrojo en el.

- ¿Mh? ¿Que tienes?.— Me preguntó.

- ¿Yo? Nada...— mentí

- Oh, lo siento, debería ponerme algo.— dijo mientras se daba cuenta de la situación.

- No no, descuida.

- Ah, ¿Entonces prefieres que me quede así?.— dijo con una sonrisa coqueta acercándose a mi.

- No dije eso.— me sobresalté

- Yo sé que el fisicoculturismo ha hecho su trabajo.— me acorraló en la pared con una de sus manos recargadas en el frío azulejo