🔺️Capítulo 4🔻

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POV. Electra

A pasos apresurados corría hacia el estacionamiento mientras la reciente adrenalina corría por mi venas, me sentía como si estuviera en una escena de “Ambulance: Plan de huída”, donde los protagonistas se ven envueltos en una frenética persecución por las calles de Los Ángeles, tratando de escapar de la policía en una ambulancia. Yo a diferencia de ellos no estaba huyendo de la policía, sino de mi queridísimo hermano, en mi cabeza varios rezos se repetían, todos con el mismo propósito, que Dalton no se entere que voy a las carreras ilegales.

Al llegar a mi MTT 420-RR, una joyita de la ingeniería que me hacia sentir invencible, mis dedos acarician su estructura metálica con admiración, posee un motor de turbina y una velocidad máxima declarada que supera los 435 km/h. Aunque debo admitir que no era tan emocionante cómo montar mi Jet Skis, esa lucha constante con las olas y el rugir de su motor me hacían sentir una euforia fuera de este mundo.

Sentí como el aire salado de Miami me golpeaba el rostro al acelerar, la velocidad a la que iba superaba con creces los límites establecidos por las señales, pero aquí no había quien me detuviera. Sin embargo la emoción se tornó terror cuando divisé una sombra en medio de la calle, frené de golpe apoyando un pie en el suelo para no caer, el sonido del neumático chirriando resonó en el aire.

—¡Joder, ¿Puedes ver por dónde conduces? —gritó una voz femenina haciéndome levantar la mirada, delante de mí estaba nada y nada menos que la querida hermana de Blaz, Maddison Baker.

—¿Tus padres no te enseñaron a mirar hacia los lados antes de cruzar la calle? —pregunto con ironía mientras me quito el casco.

—O que considerada, muchas gracias por preguntar, me encuentro bien no te preocupes —con voz molesta suelta las palabras mientras me acribilla con la mirada. Suelto un suspiro de alivio, la verdad es que si que me había asustado, incluso puedo asegurar que mucho más que ella.

—Bien, hasta luego —me coloco nuevamente el casco e intento arrancar cuando se interpone en medio impidiéndome el paso.

—Pensabas dejarme aquí tirada —enarca una ceja mientras se cruza de brazos.

—Tengo cosas que hacer Maddison, ve al grano —suelto irritada con ganas de acelerar y llegar al lugar de las carreras cuanto antes.

—Necesito llegar a la playa del muelle Death, así que me vas a llevar —toma el otro casco y se sube en la moto sin esperar mi respuesta como si tuviera todo el derecho del mundo.

Dándome por vencida acelero a toda velocidad, a medida que nos íbamos acercando mi mente se llenaba de pensamientos acerca de la carrera, no veía la hora en sentir el agua salada impactando contra mi rostro. La voz de Maddie detrás de mí en un constante parloteo que no escuchaba con total claridad me impedía una concentración absoluta.

—Llegamos —anuncié deteniéndome en el aparcamiento de la playa.

—Gracias —agradeció mientras bajaba de la moto y se sacaba el casco para estirarlo en mi dirección —Estamos a mano.

Sonreí sabiendo perfectamente que se refería a lo de hoy en la enfermería de la Universidad, se despidió con un gesto de mano y pronto desapareció de mi campo de visión. Bajé de la moto y quité mis zapatos, sentí la arena fría bajo mis pies desnudos, una sensación de libertad me hizo sonreír ampliamente.

—Al fin llegas, tengo todo listo —me dice Austin señalando hacia mi bebé cuando llego a su lado.

—Eres el mejor —planto un beso en su mejilla con entusiasmo.

—Solo, hay un pequeño inconveniente —lo miré atenta mientras él se rascaba la cabeza con nerviosismo —solo se permite participar con un acompañante femenino. Mis ojos se abrieron con incredulidad, esto no me podía estar pasando, justo ahora a pocos minutos de comenzar la carrera —Tranquila será la próxima, ya podrás correr otro día.

Doble Juego (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora