🔺️Capítulo 5🔻

27 2 2
                                    

POV. Maddison

La tensión era palpable en el aire, estaba cargado de una furia contenida a punto de estallar. Mis manos no dejaban de temblar, ocultas entre mis piernas, el miedo se instalaba de a poco dentro de mí mientras seguía luchando por no dejar salir lo que sería otro maldito ataque de pánico.

—¡Maddison! —sentí mi corazón detenerse al reconocer la voz de mi peor pesadilla, Coleman se notaba furioso y dispuesto a todo.

—¿Quién mierda es ese mariposita? —mi mirada conecta con la de Dalton, notándose sus ojos como dos posos negros inyectados en furia mientras la vena de su cuello amenazaba con estallar.

—Es un idiota obsesionado con ella —le aclara Electra desde atrás —nadie de quién temer.

—Lo voy a matar —Blaz intenta salir del auto furioso, pero Dalton y Electra logran detenerlo antes de que cometa alguna locura.

A continuación todo sucede demasiado rápido, Dalton abre la guantera del auto y saca un arma extendiéndola en dirección de mi hermano, mis ojos se abren como platos.

—¿Están locos? —pregunto al borde de la locura, sabía que todo era culpa mía, tal vez si me hubiera quedado en casa nada de esto estaría pasando.

—¿Tienes una mejor idea? —guardo silencio ante la pregunta de mi hermano —mírame Maddie —me volteo mirándole a los ojos —nunca dejaré que te aparten de mi lado —una lágrima rodó por mi mejilla, estaba consciente del amor que Blaz sentía por mi, sería capaz de cualquier cosa por protegerme, pero no podía evitar sentir la necesidad de alejarlo de sus demonios.

Los gritos de Coleman seguían escuchándose desde afuera, un disparo resonó en el cristal delantero del auto, sabía que no podría penetrar la bala, los cristales eran blindados, pero el temor que sentía no se comparaba con nada.

Intercambie asiento con Blaz, colocándome a un lado de Electra mientras él se pasaba al asiento de copiloto, Dalton pisó el acelerador e impactó contra el cuerpo de Coleman.

—Quédense en el auto —Dalton nos dirigió una mirada de advertencia antes de salir del auto seguido de mi hermano.

—Vamos —la pelinegra tomó mi mano y salimos del auto para observar mejor la escena que se estaba dando, ante nuestros ojos todo pasaba demasiado rápido.

Coleman se encontraba tirado en el suelo mientras era golpeado repetidas veces por Dalton en el estómago, mi hermano por otro lado sostenía el arma y apuntaba en su dirección, sus ojos reflejaban una maldad que nunca había visto en el, sabía de qué era capaz, pero verlo era otra cosa.

—Deberías aprender a disparar idiota, pero tranquilo, yo te muestro como se hace —apuntó directo a su pierna y apretó el gatillo, el grito de dolor de Coleman no se hizo esperar, escupía sangre de la boca, mi hermano le regaló un guiño de ojo sintiéndose satisfecho de lo que provocó.

Me encontraba paralizada, no estaba lista para pasar por esto, sentí la mano de Electra sobre mi hombro, dándome un poco de la fuerza que la caracteriza. Dalton sacó el teléfono de Coleman de sus bolsillos y se lo lanzó en la cara.

—Deberías llamar una ambulancia, y cuidado con lo que dices, no provoques que tenga que arrancarte la lengua —dejando al castaño tirado en el suelo se dieron la vuelta para regresar al auto, al vernos se sorprendieron —¿Vieron todo? —preguntó, solo sentí la necesidad de asentir por inercia —suban al auto.

Al instante en que nos subimos al coche sentí un alivio instantáneo y las ganas de hablar me consumieron. Mientras trataba de contarle a Electra como había sido mi vida viviendo a solas con Blaz, noté que sus ojos no se despegaban de mi hermano, sonreí y le di un pequeño golpe ganándome una mala mirada de su parte.

Doble Juego (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora