El trabajo estaba avanzando correctamente. Tzuyu, al prever, sabía más de lo que aparentaba. Y eso en cierto modo es bueno para la mayor. Tzuyu siempre se esmera en sorprender a las personas, o eso cree. Porque de alguna u otra manera siempre lo consigue.
Es una especie de caja sexy de sorpresas para ella.
Dice.
Supone.
La investigación estaba realizada. Todo el marco teórico estaba concreto y correcto. Aún que, claro... ¿Por qué no habría de estarlo si Sana lo hizo?
La pelinegra se encargó de la decoración. Es decir, de colorear, transcribir y decorar las cartulinas, o como ella prefiere definirlo; "el diseño gráfico y visual del trabajo" pues "la presentación es un elemento MUY importante en cualquier trabajo" y "quien lo hace tiene una mente muy abierta y creatividad ilimitada" y eso "me abrirá miles de puertas, pues nadie se resiste a mi talento."
Claro, además de mi útil resúmen de media cuartilla que Tzuyu logró hacer. Si, la rubia lo admite, fue bueno. Pero que siga trabajando como decoradora.
Según la rubia, en su relación de amigas ella es la lista.
—Sana, tengo hambre, alimentame — Tzuyu se estiró sobre la silla del comedor, haciendo que el sonido de unos cuantos huesos en su cuerpo se escuchará y resonará. La rubia se levantó de la silla y caminó hacia la cocina — Hay pizza en el horno. Se que te debo atender yo por ser mi casa pero... Estás como en tu casa, mejor amiga — dijo.
—Claro aprovechemos de Sana y su innegable talento culinario y habilidad gastronomíca. ¿Me viste cara de refrigerador o que, Tzuyu? — se quejó ella, mientras sacaba del horno los pedazos de pizza y los ponía a calentar en el microondas.
—Seguramente usar microondas requiere mucha experiencia. Y en realidad ahora te veo como un gran pedazo de carne — remitió. La rubia río al igual que su amiga.
—Si estás esperando que te diga "ven y cómeme" tu espera será eterna — bromeó Sana.
—No mientas... No podrías negarte. Soy tu amiga más irresistible — La rubia tiró una carcajada.
—Soy un pedazo de carne difícil.
—Y eso le da la sazón. — soltó coqueta.
—A veces me das miedo — le dijo. Sana saco el plato con seis trozos de pizza (de los que seguramente comería cuatro) regreso al comedor y puso el plato en la mesa, sobre los cuadernos y libros.
—¿Te da miedo cuando tengo hambre? — tomo un trozo de pizza y le dió una mordida amplia.
—Un poco. — respondió haciendo lo mismo.
—Pero tu eres la bestia al comer, no yo. — se quejó la menor.
—Sientes envidia de que yo se cocinar y tu no — sentenció la mayor tomando otro pedazo de pizza cuando ya se terminó de comer el primero.
—Usar microondas no cuenta como cocinar.
—Si cuenta, Tzuyu.
—No...
—Si...
—No, porqué...
—¡Ya! — interrumpió. Cuando menos se dió cuenta el plato ya estaba vacío (y Sana solo comió tres)
—¿Ya le dijiste a tu nana que te quedarás a dormir?
—Si, le mandé un mensaje — contestó la mayor restándole importancia al asunto. Tzuyu asintió, mientras ocultaba una sonrisa que se apareció en las comisuras de sus labios.
—Creo que ya es tiempo de... Decir mi secreto — Dijo con voz determinada. La rubia alzó ambas cejas con sorpresa y la miró atentamente. Entusiasmada.
—¿Cómo! ... — pregunto. Tzuyu se encogió de hombros.
—Si te vas a quedar a dormir tienes que saberlo — dijo. Sana la observo con curiosidad. ¿Que tiene que ver su secreto con que ella se quede a dormir está noche?
—Ya dime, anda — le pidió la más baja.
-Tengo problemas nocturnos,
Sana. -dijo por fin la pelinegra.-Tranquila, yo también roncó y lanzo patadas -Tzuyu suelta una carcajada. Amaba la inocencia de su mejor amiga, y la manera tan eficaz con la que podía pasar los problemas, algunas veces.
-No ese tipo de problemas. Tengo un, trastorno... Extraño -intento explicarle.
-¿De que se trata? -cuestionó la rubia con sus cejas fruncidas y una expresión de obvia confusión en su rostro. Tzuyu sonríe.
-Padezco de sexomnia... -dijo ella. La rubia alzó una ceja confundida.
-¿Y eso con que se come? bromeó. Tzuyu volvió a reír.
-¿Segura que quieres quedarte a dormir conmigo? -le cuestionó la más alta con un tono pícaro disfrazado de preocupación. Lo suficientemente creíble para la contraría.
-¿Si supiera que es eso tendría que no estarlo?
-Totalmente.
-No puede ser tan malo, chuwi. He dormido con mi hermano, y sus pies apestan. ¿Que tan malo puede ser? - le pregunto a Tzuyu con una sonrisa burlona y aire confiado.
-Que tengo sexo inconscientemente cuando duermo, sin importar con quién.
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SEXOMNIA - SATZU
FanfictionSEXOMNIA: trastorno del sueño que hace que se mantengan relaciones sexuales dormida sin recordarlo posteriormente ADAPTACIÓN Está historia NO es mía.