Diario de Frank Meier

4 / 9 / 1939

Hoy, al salir de casa, me encontré con mi amigo de la infancia Franz Hoffman hacia mucho que no le veía, me contó que también se iba a alistar.

Entonces fuimos juntos hasta el centro donde nos dieron trajes y nos metieron en camiones. De camino al lugar vimos a un gran número de personas subiendo a un tren, mientras eran guiados por soldados de la Wermacht. Supuse que eran los de la raza "impura" echándoles del país.

Al llegar al centro de entrenamiento nos recibió el general Ernst busch , nos señaló los barracones para dejar las nuestras maletas. Cuando llegue a los barracones, un soldado me dirigió la voz:
"Eh, tú"
Me gire y le pregunté:
"Que necesitas"
Me miró de reojo y me dijo,
"¿Eres nuevo no? Bienvenido"
Le contesté y le dije
"Si, gracias"

Poco después el general nos llevó a un campo de tiro y nos indicó como disparar, a cada uno nos dio una pistola Mauser y un Sturmgewehr 44.
Solo que mi fusil era distinto tenía un agujero en el riel del cañón.

Al disparar el arma el cañón se reventó y la bala salió proyectada hacia la pierna de Ernst Busch.

No me tacharon de traidor porque fue un fallo del arma.

Por la noche me bombardearon a preguntas por el disparo, la gente piensa que puedo ser un espía, aunque no tiene sentido si me conocen desde pequeño.