2 / 9 / 1939

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Hoy, en la fabrica de armamento, vino el terrateniente Karl Rudolf Gerd von Rundstedt a supervisar la producción de los fusiles de cerrojo Gewerh 98, por defectos de fabricación y a pedir un aumento en la producción de munición para la misma, mis compañeros de trabajo se mostraron agradecidos por la aparición del terrateniente, aumentando la moral de mis compañeros.

Yo, estando fatigado, tuve que desmontar  el Gewerh 98 que estaba fabricando porque el cañón estaba torcido, ese hecho me provocó una reducción salarial  muy importante ya que alteraba el ritmo de producción, No tuve más remedio que aceptarlo.

Al llegar a casa le comenté lo sucedido a Greta, mi mujer. Greta se decepcionó mucho porque apenas llegamos a fin de mes, aparte tememos el no poder darle un futuro donde poder vivir plácidamente a nuestro futuro hijo.

Diario de Frank MeierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora