iv. THIS IS A SACRIFICE

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CAPITULO IVYOU WON'T BE KISSING ME UNLESS YOU KILL FOR ME

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CAPITULO IV
YOU WON'T BE KISSING ME UNLESS YOU KILL FOR ME

kill4me, marilyn manson.

Aunque nunca se puede negar la lujuria del hombre, Baelon nunca se dejó guiar por sus oscuros deseos. Había una voz en el fondo que lo interrogaba, royendo su conciencia sobre lo que era correcto, sin embargo aceptó que por una sola vez podía elegir sus pecados y abrazarlos sin miedo, aunque los aceptara bajo las sombras de sus pequeñas e inocentes acciones.

Era su destino, el peso que pesaba sobre él en la balanza de su carácter. Y cada vez que veía a Alicent, le pasaba a el lado bestial. Y era imposible escapar de lo mucho que disfrutaba la lujuria que recorría su cuerpo como llamas, observando los ansiosos ojos de cierva, era celestial lo inocente que parecía la mujer como si el mundo aún no la hubiera corrompido, pero así era. Ah, si, la reina consorte no era inocente, podía fingir por todo Poniente, pero nunca frente a él. Nunca a Baelon.

Era difícil reprimir tus instintos cuando tu deseo, por muy lejano que sea obtenerlo, estaba ahí frente a ti sólo a unos pasos.

En un agotador juego de quién cedería primero, quien perdería la lucha del deseo mutuo.

Pudo ver cómo sus ojos lo seguían cuando su presencia entraba a una habitación, sus manos apretadas a los costados de sus vestidos siempre verdes; la mujer era la viva imagen del nerviosismo, aunque nunca la había probado, el heredero sabía que sería dulce. El hipnótico reflejo en los ojos almendrados, esa mirada era suficiente para encender cada parte de sus hormonas juveniles, desde los rizos cobrizos cayendo sobre sus estrechos hombros, hasta su andar temeroso; temía cada paso, pero al mismo tiempo no podía dejar de disfrutar de su presencia desde lejos.

Ella era su obsesión y él la de ella.

―Eso es estúpido.―se burló el heredero, viendo a sus hermanos entrenar en el patio del palacio. En realidad, era curioso cuánto prevalecía Aegon sólo porque era mayor, pero le faltaba la fuerza de voluntad para aprender un poco más sobre la lucha. Aegon no estaba hecho para empuñar una espada, su personalidad era irónica y juguetona, en ciertos momentos gastar bromas era su marca registrada. A pesar de que era un niño mimado, Baelon de alguna manera logró solucionar su personalidad y convertirse en alguien a quien Aegon respetaba inmensamente, tal vez incluso la única persona capaz de hacerlo comportarse.

Al principio, incluso cuando era muy pequeño, Baelon sabía que Aegon era un niño frágil y no permitiría que otro niño Targaryen viviera a la sombra de la débil paternidad de Viserys, así que cuando vio a su hermano pequeño por primera vez, el heredero al Trono de Hierro juró no abandonarlo nunca, cueste lo que cueste.

No sería una tarea fácil, Baelon sabía que la mente de un Targaryen podía oscurecerse fácilmente.

Aemond era un niño diferente, el heredero supo reconocer que el menor sería un espadachín increíble, un niño obediente y educado, todo lo contrario a Aegon, pero era el equilibrio perfecto entre un Targaryen y un Hightower. Al igual que Aemond, Helaena era una niña que se porta bien y, sin lugar a dudas, a quien Baelon protegía por encima de todo.

god complex ━ alicent hightowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora