En un reino lejano y mágico, existía un lago conocido como el Lago de Deseos. Se decía que este lago tenía el poder de hacer realidad los deseos más profundos de aquellos que se atrevían a sumergirse en sus aguas cristalinas. Sin embargo, también se rumoreaba que el lago tenía un precio muy alto que aquellos que pedían un deseo debían pagar.
Un joven llamado Mateo había escuchado hablar del Lago de Deseos y decidió ir a buscarlo en busca de una solución para el problema que lo atormentaba. Mateo había perdido a su amada en un trágico accidente y su corazón estaba destrozado. Deseaba con toda su alma poder volver a verla, aún si era solo por un instante.
Cuando Mateo llegó al lago, se encontró con una sirena que guardaba celosamente su secreto. La sirena le advirtió sobre el alto precio que debía pagar por su deseo, pero Mateo no dudó ni un segundo y se sumergió en el lago.
Al salir a la superficie, Mateo vio frente a él a su amada, más hermosa que nunca. Se abrazaron con fuerza y Mateo sintió una felicidad indescriptible. Sin embargo, la sirena le recordó el precio que debía pagar: su propia vida.
Mateo sabía que no podía dejar a su amada sola en el mundo de los vivos, así que tomó una decisión valiente. Se despidió de ella con un beso y se sumergió nuevamente en el lago, esta vez para siempre. Su amada se quedó en la orilla, llorando desconsoladamente por la pérdida de su amado.
El lago había cobrado su precio y aunque Mateo había cumplido su deseo, la tristeza y el dolor lo acompañarían por siempre. El Lago de Deseos se convirtió en sinónimo de amor imposible y sacrificio. Y a partir de ese día, nadie volvió a pedir un deseo en sus aguas, temerosos del precio que debían pagar.
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Historias Random Para Pasar El Rato
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