14

266 25 3
                                    

"Bianca"

La cena prosigue con tranquilidad. Todo el mundo está animado menos yo. Incluso Thomas, quien no parece estar afectado después de nuestra discusión.

No tenía ninguna intención más allá de la amistad con Léon pero parece que él no lo había entendido así. Simplemente quería mantener una conversación y conocerle, ese era uno de los objetivos de esta experiencia.

Mi apetito se ha esfumado, me siento fatal por dentro y siento como las lágrimas de impotencia amenazan lentamente con salir. Antes de estallar y dejar que me vean en ese estado, decido disculparme y levantarme, poniendo como excusa mi necesidad de ir al servicio.

En el camino me derrumbo pero logro llegar a tiempo al baño sin que nadie me vea. Allí dentro me dedico a llorar un parar hasta el punto de que mi cabeza empieza a doler.

Sé que esto no es bueno para mí, y menos sabiendo que mañana empiezo a competir. Intento calmarme y pensar en lo importante, debo estar concentrada y dejar todos los problemas de lado.

No me siento enfadada con Thomas sino decepcionada. No me esperaba ese comportamiento y menos por una simple conversación que había mantenido con el francés.

Cuando abro la puerta para salir, con la intención de regresar a la mesa junto mis compañeros, me encuentro con la persona que menos esperaba.

Léon estaba parado al otro lado de la puerta con cara de preocupación.
"¿Está todo bien? Me pareció verte muy seria en la mesa"— pregunta acercándose a mí, interesado.

"Bueno, podría estar mejor. He tenido una pequeña discusión con Thomas, ha sido por culpa de un malentendido pero ahora ya estoy más tranquila. Gracias por preocuparte."— digo mientras le dedico una sonrisa de agradecimiento.

"¿No sería por algo que dije en la mesa? Si ha sido así, te pido disculpas. De verdad que no era mi intención crear problemas entre vosotros"— dice con cara de culpa. Decido tranquilizarlo, no quiero que se sienta mal o culpable por algo que no ha hecho.

"El problema es que Thomas y yo tuvimos una relación y antes de la cena nos vio hablando y malinterpretó las cosas. Intenté explicárselo pero no fue capaz de entenderlo. Puede llegar a ser la persona más testaruda si se lo propone."

"Por eso estaba tan irascible y raro antes"—responde. Asiento con la cabeza, dándole la razón.

"Quiero que estés tranquilo, de verdad. No ha sido culpa tuya, Thomas se ha comportado como un completo inmaduro. Y gracias por venir, no tenías porqué."— digo finalmente antes de darle un abrazo en señal de gratitud por preocuparse por mi de esa manera, sin apenas conocerme.

Mientras nos abrazamos, él vuelve a intervenir—"No hay de que. Para eso estamos, ¿no? Para ayudarnos entre nosotros"— tras esas palabras decidimos regresar a la mesa.

De camino, pienso en cómo Léon ha conseguido hacerme sonreír. Definitivamente, me siento mejor que antes.

Cuando llegamos y me siento, me fijo en la cara de Thomas, seria e incrédula. Decido ignorarlo en intentar disfrutar del resto de la velada junto al resto de mis compañeros.

"Thomas"

Al ver como Bianca se levantaba y se iba, no pude evitar sentirme fatal, la peor persona del mundo. Durante un buen rato, pude sentir como estaba incómoda, pero traté de ignorarlo y seguir animado junto a los demás.

Esperaba que después de la cena pudiésemos volver a hablar. Esta vez intentando no enfadarnos y acabar discutiendo.

Sé que no es justo reclamarle nada, no ahora que no estamos juntos y menos la noche antes de participate en los juegos. Pero después de nuestro beso esta mañana, me sentí traicionado, raro.

Mientras mis compañeros charlan, me planteo levantarme e ir a ver si Bianca se encuentra bien. Justo cuando voy a hacerlo, veo como Léon se dirige rápidamente al baño.

Al instante, me arrepiento de no haberlo hecho un segundo antes pero dejé que fuera él. Además, no creo que sea la persona que Bianca quiera ver ahora mismo.

Tras unos minutos, ambos regresan a la mesa. Bianca está más contenta, de lo que me alegro, pero no me gusta el hecho de que él haya sido el motivo.

Repentinamente me pongo serio pero intento disimularlo y no intervenir más hasta que termine la cena.

El resto de la noche transcurre plácidamente, entre risas, anécdotas y chistes malos por parte de mis compañeros. Cada cinco minutos, mi mirada se dirige hacia Bianca, quien está sonriente.

En el momento en el que todos se levantan de la mesa para dirigirse a sus habitaciones, lo hago yo también, con el objetivo de retener un momento a Bianca para disculparme y aclarar las cosas.

Tras una corta búsqueda, la diviso en el jardín hablando con Martina y Léon. Lentamente me acerco a ellos.

"Bianca, ¿podemos hablar un momento a solas?"— pregunto esperando tímidamente su respuesta. No sabía cómo iba a reaccionar después de todo.

Para mi sorpresa acepta mi propuesta, asintiendo con la cabeza. De un momento a otro, nos alejamos del grupo y nos dirigimos a una esquina de la estancia.

"Quería pedirte disculpas por la discusión de antes. Parece que siempre caemos en el mismo error. No me tenía que haber puesto así ni haberme ido sin antes solucionar las cosas. En la cena fui un idiota y entiendo que te pudieses molestar. Espero que esto no cambie nada entre nosotros"— mis palabras salen de mi interior con total sinceridad. Quiero que vea que lo que digo es verdad.

Me mira con indecisión, como si no supiera que decir pero, de un instante a otro, responde con decisión—" No es que me molestara. Tu actitud me decepcionó mundo, es como si estuviera viendo a una persona completamente diferente a la de esta mañana. Para la próxima, no digas que estás bien y cuéntame lo que te pasa, así podremos evitar estas situaciones tan incómodas. Además, quiero que sepas que no entra en mis planes tener nada con Léon, solo lo veo como un posible amigo".

"Antes, cuando te fuiste, quise levantarme e ir a verte pero vi como fue él y me arrepentí al instante. No estoy diciendo que eso me molestara, me alegro de que se preocupe por ti, pero quiero que sepas que yo también lo hago."— me mira con una sonrisa mientras me expreso.

Repentinamente, siento sus labios sobre los míos. No me esperaba para nada su gesto, de hecho, me sorprende pero me gusta.

Me gusta que sea ella la que tome la iniciativa, así después podré recordárselo cuando me reproche algo. Sin dudarlo, agarro su cintura acercándola a mi cuerpo y ella enreda sus brazos en mi cuello.

El beso se siente mágico, como el de esta mañana. Cuando nos separamos, ella se acerca a mi oído para susurrarme algo.

"Te lo agradezco. Yo también me preocupo por ti y quiero que cada vez que te pase algo o te sientas mal me lo digas. Y mucho más ahora con la competición, no quiero que una estúpida discusión te afecte lo más mínimo"— me dice, mientras me separo de ella para mirarla a los ojos.

"Me ha encantado el beso"— exclamo mientras sonrío, a lo que ella responde empujándome y riéndose.

"Lo mismo dijo"— dice mientras se aleja para volver junto a los demás. Me quedo parado como un escupido sin saber que hacer.

Por dentro me siento tranquilo, sabiendo que entre Bianca y yo las cosas van cada vez mejor. Sé que, a partir de ahora, debo dejar de lado los celos y centrarme de lleno en los juegos si quiero tener éxito.

Dejando de lado mis pensamientos y percatándome de la hora, decido que es momento de irme a la cama. Me sentía un poco nervioso pero al mismo tiempo muy tranquilo y entusiasmado, con ganas de empezar.

Mañana sería, sin duda, un día especial y emocionante.

NADANDO EN EL CAOS~THOMAS CECCONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora