CAP. 5

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Lagrimas rodaron por el rostro de Gun, como lo hacían los créditos de la película en la pantalla de televisión. Siempre lloraba en esta película. Pero esta noche, sus lágrimas eran más por si mismo que por el final agridulce de la película.

No había querido que la noche acabara. Parecía como si el tiempo hubiera volado. Había sido una noche maravillosa. Habían comido hasta reventar comida china, bebido un poco demasiado, reído y hablaron todo el tiempo mientras estaba la película de acción mientras Jean Claude Vanda pateaba traseros. Luego se acurrucaron debajo de una cobija por la siguiente película. Resumiendo todo había sido una común, divertida noche de películas.
Off  había estado un poco distante a veces, pero Gun lo atribuía a problemas de hormonas. Eso sucedía todo el tiempo. El hombre del momento se convertiría dependiente y empezaría a "querer más" de su "relación”. A la primera mención de la palabra compromiso Off comenzaría a estar nervioso, tratando de resolver una manera de salir huyendo sin herir los sentimientos del hombre.
Lo que sea que sucederia es que él estaría distante por un día o dos luego cuando estuviera listo le contaría a Gun todo a cerca de eso. Gun no podía contar el número de veces que Off había venido con, Tay quiere que conozca a sus padres, New me dio una llave de su apartamento, o la más grande, Oab quiere que compremos un perro juntos. ¿Tú sabes cuánto tiempo viven los perros? Estas declaraciones desesperadas siempre venían seguidas por: yo solo no estoy listo para esa clase de cosas, Gun.

Había pasado un tiempo desde que él había venido con esa clase de problemas, pero sabía que estaba por venir. Como hacia siempre. Gun busco en su cerebro por recordar quien era el que estaba saliendo con él ahora, pero el nombre no vino a su mente. Bueno, no importaba. Siempre había alguien. Por lo menos esta vez, tendría que llamarlo para hablar de ello. Quizás teniendo cientos de millas de distancia apagaría, el dolor de oír los detalles de otra de sus conquistas, Gun forzó a los inquietantes pensamientos de su mente a irse. Habría suficiente sufrimiento mañana cuando el se despidiera de Off, y bastante de dolor y soledad en las semanas siguientes. El no dejaría que esto arruinara esa noche.

Pero esta noche se había acabado, la última película había llegado a su fin y ahora el tendría que dejar su calidez y comodidad del sitio acurrucado junto a Off e ir a acostarse en esa cama de invitados, grande y solitaria, de muchas noches pasadas aquí, el sería capaz de oír el suave ronquido de Off a través de la pared. El sonido seria cómodo para Off mientras el se deslizaba hacia el sueño. Sentándose, el volteo para mirar a Off.

—¿Puedes alcanzarme un pañuelo? —El pregunto haciendo señas hacia la caja sobre la mesa cerca de él.
Sin hablar, Off cogió un pañuelo desde la caja. Pero en lugar de ponerlo en la mano extendida de Gun, él trajo el pañuelo arriba a sus lágrimas en las mejillas. Suavemente, comenzó a limpiar las lágrimas de su rostro. Su voz fue suave cuando él pregunto,  —¿Por qué lloras con películas como esas? Quiero decir, las que tienen un final feliz. Yo entiendo llorar cuando es triste, pero cuando ellos terminan juntos, ¿Por qué llorar acerca de eso?
—Oh, no lo sé. —Llorar había dejado su voz un poco ronca. Y su respuesta tomo un poco de defensa. Su voz era baja y tranquila mientras el respondió,  —Imagino, podría ser solo la emoción. Los finales felices me hacen sentir alegre, y tú sabes como soy yo, yo tomare cualquier oportunidad para llorar.
Rió a su respuesta, pero antes de que el pudiera decir cualquier cosa, Gun continuo.
—O, yo creo que podría ser envidia, o capricho o algún disparate.
Quizás solo es autocompasión y estoy llorando por mí mismo. Todo el mundo obtiene su felices para siempre con alguien con quien compartir el resto de su vida, pero yo aún estoy solo.

Gun dejo salir un pequeño jadeo, no podría creer que solo había dicho.
El y Off siempre habían compartido todo, pero esto era un poco más honesto de lo que había sido con él. Agarró sus manos juntas sobre su regazo. Comenzó a mirar hacia ellas y trató de pensar en que decir después. Trató de hacer una broma para aligerar su declaración.
Su pulgar reemplazó el pañuelo en su mejilla. Suavemente, le frotó la lágrima sobre sus mejillas, trazando un camino sobre sus pómulos altos.
Su toque le quemó la piel. Le parecía que cada onza de su calor corporal estaba fluyendo a través de un pulgar, y dentro de el.

UNA RAZÓN PARA QUEDARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora